Javier Arenas presidió ayer la primera de las manifestaciones programadas por el PP-A en las capitales de provincia contra el paro, después de la cita regional convocada el pasado 15 de febrero en Málaga. La gira provincial arrancó en Córdoba con los mismos lemas aunque, eso sí, mucha menos gente.
Lo que pretende Arenas con esta estrategia es mantener movilizados a los suyos a cuenta de la crisis económica, siguiendo la estela de lo que los populares consideran que fue un éxito para el partido: reunir a 13.000 personas, según los datos de la Subdelegación del Gobierno, en torno a la pancarta de Arenas en Málaga hace mes y medio. Lo de ayer fue mucho más reducido. La Subdelegación del Gobierno contabilizó entre 1.300 y 1.500 personas, aunque la organización dijo ver a unas 8.000.
Agarrados a la pancarta en la cabecera de la protesta, Javier Arenas, con su número dos, Antonio Sanz; su hombre fuerte en Córdoba, José Antonio Nieto, y el responsable económico del partido a escala nacional, Cristóbal Montoro. "Zapatero, embustero", "¡Qué descaro, cuánto paro!" o "Menos talante y más currantes" fueron los eslóganes más coreados en unas calles que, según repitió el líder popular, no son "de la izquierda". Ésa es la fórmula que utiliza Arenas para contrarrestar la crítica del PSOE-A a que, en lugar a "arrimar el hombro" contra la crisis, aproveche para hacer campaña.
La marcha terminó en un mitin en el que Arenas sostuvo que "la Andalucía real es muy distinta de la oficial". Propuso a Manuel Chaves la firma de un "pacto andaluz por el empleo" que suponga un cambio en las políticas económicas actuales. Ese pacto lleva semanas negociándose, con escasas posibilidades de acuerdo.
