I.C.R.
Menuda la papeleta de Santiago Herrero. Ni más ni menos que, con la que está cayendo, subir a la tribuna y dirigir unas palabras a casi 400 delegados sindicales, los reunidos en el X Congreso de CCOO-A. Agradecido por la "cortesía" del aplauso recibido, admitió abiertamente la "dificultad" de hablar en un cónclave sindical y más quien, a partir de ahora, se convertirá en principal defensor de las reformas laborales (que incluyen un despido más barato). No en vano, y como recordó, ha sido recientemente nombrado presidente de la Comisión de Relaciones Laborales de la CEOE, patrón de patronos. Vaya papeleta. Y también agradeció la "comprensión" en el caso de que hubiera declinado la invitación de Carbonero de participar. Porque ayer, aunque rodeado de mucha gente, Herrero -más bien el colectivo que representa- se quedó solo. Tuvo que escuchar de todas las intervenciones, las sindicales -Manuel Pastrana (UGT-A), Ignacio Fernández Toxo (secretario general de CCOO) y Francisco Carbonero- y de la Junta de Andalucía, en boca de su presidente, Manuel Chaves, un 'no' rotundo a los planteamientos de los empresarios. Chaves se mostró contundente al aseverar que de reformas laborales, ni hablar. Ni es el momento, ni la solución, dijo. Pero Herrero bandeó bien la situación y destacó los puntos comunes con los sindicatos (léase diálogo social y concertación) y obvió los puntos más calientes.
También eran esperados los guiños entre Carbonero y Toxo, después de que el representante andaluz hubiese apoyado la candidatura de José María Fidalgo en el congreso confederal. Pero lo que se constató es la unidad -ahora es el mensaje más importante- y elogios entre ambos.
Lleno en el Barceló Renacimiento. Todos los partidos e instituciones quisieron estar del lado de los trabajadores.
