La parroquia de San Gil Abad permanecerá clausurada durante este mes de agosto por obras en su interior. El histórico templo mudéjar del siglo XIII, paredaño a la Basílica de la Macarena, cierra sus puertas desde hoy y durante los próximos treinta días para sustituir su desgastado pavimento. Por esta razón, tanto la imagen de la Virgen del Carmen de San Gil como el Simpecado de la hermandad del Rocío de la Macarena, titulares de las corporaciones gloriosas con sede en esta parroquia, reciben culto desde ayer en una de las capillas de la Basílica de la Esperanza.
El marmóreo suelo de la parroquia de San Gil se encontraba en muy malas condiciones y presentaba numerosos desperfectos. Según relata el hermano mayor de la hermandad del Rocío de la Macarena, Antonio Neira, el pavimento del templo data de las obras posteriores al incendio intencionado que sufrió la parroquia en la madrugada del 18 de julio de 1936, de ahí que su estado de conservación no fuera a estas alturas el más idóneo. Tanto es así que el viejo pavimento de mármol conserva aún las huellas de los agujeros donde se anclaba la reja que antaño separaba el ábside del templo del resto de la parroquia.
No ha sido fácil lograr los permisos oportunos para emprender las obras. De hecho, apunta Neira, la sustitución del pavimento estaba prevista para el pasado verano, razón por la que el nuevo suelo de mármol proyectado para el templo ha permanecido almacenado durante todo un año en dependencias privadas gracias al ofrecimiento de una empresa privada, la de derribos Pavón. Una vez obtenidas las licencias de Patrimonio y del Consistorio hispalense, los trabajos de sustitución del pavimento darán comienzo en el día de hoy y se prolongarán durante unos 25 días, según el plazo de obras estimado que se ha comunicado a las dos hermandades con sede en San Gil.
La imagen de la Virgen del Carmen de San Gil y el Simpecado de la filial rociera de la Macarena reciben culto desde ayer en la capilla que preside el Cristo de la Salvación, conocida popularmente como la capilla de Sor Ángela de la Cruz por residir en ella una pequeña réplica de la santa sevillana fundadora de la congregación de las Hermanas de la Cruz, a la que se ha sumado recientemente una reproducción de la beata Madre María de la Purísima. Ambos titulares fueron trasladados de manera privada hasta su nuevo emplazamiento en la noche del pasado martes a través del pasillo interior que une la parroquia de San Gil con la Basílica de la Macarena, acto en el que estuvieron presentes las tres juntas de gobierno implicadas, las dos letíficas y la de la Macarena, corporación anfitriona.
