José Luis Galilea, con el slogan de la campaña de fondo. Fuente: CBS. Han sido muchos los años en que el Club de Baloncesto Sevilla ha vivido en una burbuja. La Caja ha subvencionado durante un cuarto de siglo un espectáculo estupendo, de primer nivel en el mundo del basket, con años mejores y otros peores, pero siempre en la élite. La apuesta inquebrantable de la entidad bancaria, con un presupuesto muy importante asignado cada temporada, ocurriese lo que ocurriese (con el único apuro de que la imagen asociada al propietario saliese siempre airosa), ha tenido también el efecto pernicioso de infravalorar el producto. Como ocurre en otras tantas cosas de la vida, lo que se consigue sin esfuerzo, no se valora en su justa medida, a nivel interno y externo, porque el acceso gratuito era moneda de cambio habitual y casi una cultura instaurada en este club. Más información en la edición impresa de El Decano Deportivo.