Marilyn Verenize es una ecuatoriana de 23 años alistada a las Fuerzas Armadas. Como una gran parte de los extranjeros que integran el Ejército español, quiso incorporarse al mundo militar para vivir nuevas experiencias y... tener un empleo seguro. En la actualidad, 5.802 extranjeros forman parte de las Fuerzas Armadas, la mayor parte de ellos procedentes de Colombia y Ecuador. Una cifra que representa el 6,56% del total de tropa y marinería profesional, según los últimos datos del Ministerio de Defensa facilitados a Efe.
Pese a todo, este año se ha producido un leve descenso. Así, el año pasado, según se desprende de los datos de Defensa, se tocó techo, con un total de 6.205 soldados y marineros extranjeros, es decir 403 más que hoy.
No obstante, la actual crisis económica ha provocado la marcha de 100.000 inmigrantes en lo que va de 2010, siendo el primer descenso de extranjeros en España en los últimos dos años. Precisamente, la mayor caída se ha producido en los inmigrantes de origen iberoamericano (104.074 personas menos), en especial los ecuatorianos; seguidos de africanos (20.727 personas menos) y de nacionales del resto de Europa (7.040 personas menos).
Fue en julio de 2002 cuando el Ejército español decidió abrir sus puertas a los extranjeros, aunque sólo admite en sus filas a nacionales de países hispanoamericanos y de Guinea Ecuatorial en la condición de militares profesionales de tropa y marinería. Desde entonces, esto motivó a jóvenes inmigrantes a buscar en las Fuerzas Armadas un trabajo seguro, aunque no sólo eso.
Estos nuevos españoles son conscientes, en cualquier caso, del riesgo que entraña defender la Patria, en especial, en algunas de las misiones en el exterior. De hecho, de los 156 militares españoles que han perdido la vida en este tipo de operaciones, ocho eran latinoamericanos alistados en el Ejército: cinco colombianos, dos ecuatorianos y un peruano. La muerte sorprendió a cuatro de ellos en Afganistán -el último fallecido en ese país fue el colombiano John Felipe Romero, quien murió el pasado 1 de febrero- y a otros cuatro en el Líbano.
Pero la defensa de España no es sólo una salida para los inmigrantes. El pasado fin de semana, más de 20.000 españoles se enfrentaron a las pruebas selectivas para ocupar una de las 116 plazas por acceso libre ofertadas por el Gobierno para ingresar en la Escala de Cabos y Guardias del Cuerpo de la Guardia Civil, según informó la Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional (UO).
El descenso con respecto al año pasado, cuando se ofrecieron 2.500 puestos, no desanimó a los candidatos. Los 20.000 aspirantes podían optar a 348 plazas repartidas entre Baeza, Madrid, León, Vigo, Alicante, Baleares, Las Palmas y Tenerife, de las cuales 192 se reservan para militares y 76 para los alumnos del Colegio de Guardias Jóvenes. Por tanto, "sólo" 116 plazas podían ser cubiertas por acceso libre, denunció la UO en un comunicado.
Aquellos que superen las pruebas serán nombrados Guardias Civiles Alumnos el próximo martes 5 de octubre, fecha prevista de incorporación en las Academias de Baeza y Valdemoro.
También se ha multiplicado la cifra de aspirantes a ingresar en las academias militares. Según un informe del Ministerio de Defensa sobre el inicio del nuevo modelo de enseñanza de formación de oficiales de los Cuerpos Generales e Infantería de Marina para el curso 2010-2011, que arranca este mes, apunta que el número de personas que han solicitado ingresar en las academias militares bajo este nuevo modelo de enseñanza se ha duplicado en 2010, con más de 2.600 candidatos, frente a 1.223 en 2009.
El estudio que la ministra de Defensa, Carme Chacón, presentó en Consejo de Ministros, destaca que el principal cambio del nuevo modelo pasa porque los futuros oficiales, además de una formación militar, cursan estudios de Grado de Ingeniería de forma simultánea y que el ingreso en las academias se efectúa por el mismo sistema que el resto de universitarios: nota de selectividad, y no mediante oposición. Aparte, y de forma particular, también se les pide a los futuros oficiales superar una serie de pruebas físicas, psicotécnicas y de inglés. Estos estudios responden al modelo que exige el Espacio Europeo de Enseñanza Superior; de esta forma, las Academias Militares de Tierra, Armada y Aire se incorporan al modelo de Bolonia al mismo tiempo que las universidades españolas.
