La bronca política a cuenta de la subvención a la hija de Chaves ha anulado el mensaje europeo en el ecuador de la campaña. Griñán y De la Vega aseguraron que las "mentiras" del PP se deben al "odio" por las derrotas en las urnas y Arenas insistió en que pedirá responsabilidades "políticas y jurídicas".
Domingo. Día fuerte en el ecuador de la campaña de las europeas. Los líderes andaluces echan el resto para pedir el voto dentro de siete días, pero en los mítines el mensaje europeo queda en segundo plano. Una jornada más, el enfrentamiento entre PSOE y PP por las sombras de corrupción sigue acaparando el escenario político. El acto central de los socialistas andaluces se celebró en Granada, donde estuvieron la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
Éste -quien ya entró el sábado al trapo sobre la subvención a Minas de Aguas Teñidas, donde trabaja Paula Chaves- pidió a los ciudadanos que voten "desde el convencimiento" y no "desde el odio", que es, a su juicio, lo que practica el PP con su actitud basada en "la mentira y la calumnia" y que se debe a las "sucesivas" derrotas electorales.
El presidente contrapuso la actitud del PP a la del PSOE, basada "en ideas y compromisos". Diferenció en estas elecciones entre aquellos que "usan el paro y las desgracias para pedir el voto" y los que, como el PSOE, lo piden para un proyecto de "ideas, esperanzas y futuros".
El dirigente socialista puso como ejemplo del "odio" que practica el PP sus intentos por "manchar la imagen del hombre más honesto" que ha tenido Andalucía, en alusión al vicepresidente tercero del Gobierno y su antecesor en el cargo, Manuel Chaves, cuya honradez también fue defendida por De la Vega.
"El odio corroe las entrañas", señaló Griñán, que sostuvo que, desde los últimos 30 años, Andalucía "cree en sí misma" pese a "los cuervos que anuncian catástrofes y miserias", aquellos cuya "mayor desgracia es que baje el paro y que lo único que quieren es meter miedo".
En la misma línea, la vicepresidenta primera aseguró que Chaves se ha "dejado la piel por Andalucía". "Nadie va a lograr nada con insultos y con mentiras", advirtió. Para De la Vega, el PP "no le perdona" al ex presidente andaluz que "nunca pudieran ganarle", porque los andaluces "siempre han confiado en los socialistas y no en la derecha". "No le perdonan que le hayan ganado una vez, y otra vez y otra más, y ahora quieren conseguir con mentiras lo que los andaluces nunca le han dado", clamó.
Además, criticó que el PP no puede pedir explicaciones ni dar "lecciones de decencia y moralidad" porque están "como Mudito el de los siete enanitos", pese a la que "tienen liada en su casa". "Ellos se saben muy bien la teoría, pero en la práctica están como Mudito el de los siete enanitos. No dicen ni mu", agregó, en referencia a los supuestos casos de corrupción que salpican a ditigentes populares.
"30 años de abusos".
El líder del PP-A, Javier Arenas, viajó ayer a Vitoria en calidad de dirigente nacional del partido. Allí reiteró que su formación pedirá "todas las responsabilidades políticas y jurídicas" por la concesión de la ayuda a la empresa onubense por parte del Gobierno de Chaves.
Arenas denunció los "30 años de abuso" que, a su juicio, se han cometido por parte del PSOE en Andalucía, tras sucesivos gobiernos socialistas. El presidente del PP-A confió en que esos "abusos" terminen con la alternancia política en la comunidad, tal y como ha ocurrido en el País Vasco y en Galicia.
También el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, se refirió a este asunto y dijo que "en una democracia normal, Chaves ya no sería vicepresidente de ningún Gobierno" porque "lo han pillado". Sanz manifestó que este caso es "un escándalo nacional", y añadió que Griñán, al apoyar a su antecesor, "ha puesto la mano en el fuego, pero se va a quemar".
Desde IU, el coordinador regional, Diego Valderas, criticó que socialistas y populares, "en vez de hablar de Europa y de propuestas, andan enzarzados en acusaciones mutuas".