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La penúltima abanderada

Se tendría que haber despedido en Atenas, donde tuvo el honor de desfilar con la bandera nacional en la ceremonia de inauguración. Un premio merecido en vista de su bronce y su oro en los Juegos anteriores. Pero Isabel Fernández siguió compitiendo y es la gran baza del judo español en Pekín.

el 15 sep 2009 / 08:02 h.

Se tendría que haber despedido en Atenas, donde tuvo el honor de desfilar con la bandera nacional en la ceremonia de inauguración. Un premio merecido en vista de su bronce y su oro en los Juegos anteriores. Pero Isabel Fernández siguió compitiendo y es la gran baza del judo español en Pekín.

El judo es uno de los deportes más universales de cuantos componen el programa olímpico. Más de cien naciones de los cinco continentes participan en esta disciplina en cuyo último Mundial, celebrado en Río de Janeiro, veintiséis países obtuvieron alguna medalla. La única presea española corrió a cargo de Isabel Fernández, que se cierne como la principal baza de podio del judo español en los próximos Juegos Olímpicos. Tercera en Atlanta, campeona en Sidney y abanderada sin fortuna en Atenas, su segunda plaza mundialista la animó a estirar un año más su fértil carrera.

Isabel Fernández tendrá que lidiar en el tatami pekinés con una competencia feroz. En judo, se reparten cuatro medallas por categoría (hay dos bronces) pero el sistema de competición es durísimo, puesto que se juega a eliminación directa en un cuadro similar a los de tenis pero cada categoría se dilucida en un día. Un segundo de desconcentración le abre al adversario la puerta para el ippon que arruina cuatro años de trabajo. Además, la apreciación, casi siempre discrecional, de los jueces determina el resultado de muchos combates lo que convierte en rivales de mucho cuidado a todos los competidores chinos, que se beneficiarán del factor campo (el equipo masculino de Brasil encabezó el medallero en el Mundial de Río de Janeiro), y también a japoneses y franceses, tradicionales dominadores del judo no sólo deportiva, sino también administrativamente, en la categoría de Isabel Fernández, -57 kilos, Aiko Sato (vencedora del Torneo de París 2008, que es como un mundial oficioso) y Barbara Harel (bicampeona europea).

Fuera de las grandes naciones, Fernández tendrá que tener especial cuidado con la campeona olímpica vigente, la alemana Yvonne Boenich, y la norcoreana Kye Sun-Hui, segunda en Atenas y verdugo de la ilicitana en la final del pasado Mundial. En 2005, fue la cubana Yurisleidy Lupetey quien privó a la española de su tercera medalla en el combate por el bronce. La caribeña también repite participación en Pekín.

Mejor que su modelo. Isabel Fernández compite en la misma categoría que su paisana, amiga y rival Miriam Blasco, campeona en Barcelona 92 que no pudo defender su título cuatro años después debido al empuje de la entonces joven Fernández. Curiosamente, la víctima de Blasco en la final del 92, la británica Nicola Fairbrother, cayó también frente a la otra española en el combate por el bronce de Atlanta. Con el tiempo, el palmarés de la sucesora ha mejorado al de la maestra y ahora Isa trata también de emular a Miriam en la carrera política.

En efecto, Blasco aceptó integrar las listas al senado del Partido Popular en 2000 y continúa en la Cámara Alta. En las pasadas elecciones municipales, Isabel Fernández aceptó el quinto puesto de la candidatura conservadora al Ayuntamiento de Alicante, donde reside. El PP obtuvo la mayoría absoluta y el alcalde, Luis Díaz Alperi, designó a la judoka concejala de vivienda, cargo que desempeña desde hace justo un año. Pese a que asegura que entrena de mañana y aún llega a su despacho antes que la mayoría del equipo de gobierno, Isabel Fernández ya ha anunciado que no seguirá compaginando las dos actividades.

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