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La peor palmadita para ir a Barcelona

El Sevilla decepcionó en Valladolid. Nunca fue ese equipo que se esperaba tras dos victorias consecutivas que parecían haber cambiado la cara a todos. Ayer, Clemente y sus jugadores dejaron claro a los nervionenses que con la camiseta no se ganan los partidos. Por suerte para el Sevilla, la Liga aún sigue dando oportunidades y todo es posible.

el 13 abr 2010 / 21:57 h.

Jesús Navas intenta jugar el balón.

Horas después de conocerse la designación de Barcelona como sede de la final de Copa, mal acogida por el club y gran parte del sevilismo, el equipo cursó la peor invitación posible a sus seguidores para animarles a emprender la aventura de viajar -en muchos casos, en vehículos particulares- hasta la Ciudad Condal en día laborable; a gastarse más dinero del que quizá habían presupuestado; y a tener la valentía de ir hasta allí sabiendo que puede ver imágenes tan pobres como la de ayer en Zorrilla.

Tras las dos últimas victorias parecía que algo había cambiado, pero visto lo visto es lógico dudarlo. Que el Valladolid te gane y encima casi arrollándote es para pensarse lo de viajar; a Barcelona... o a cualquier sitio. De todos modos, nadie duda de que la afición responderá como sabe y que, a pesar de los pesares, arropará a los jugadores para conquistar el título. Lo que sí habría que pedir a los futbolistas es que no olviden que ella está detrás incluso un martes. Ayer eso no se les notó por ningún lado y hay demasiado en juego como para que te ganen "por webs", como dice Palop.

Cuánto me podrían dar por Romaric? ¿Y por Konko? ¿ Y por Lolo? ¿Y por algún que otro jugador de cuyo nombre no quiero acordarme?". Seguramente este pensamiento ronde la cabeza del presidente en las últimas fechas, después de ver que ciertas cosas parecen ya difíciles de cambiar. Entre cal y arena, la plantilla sigue mostrando deficiencias. El partido del tándem Lolo-Romaric -ante el Valladolid...- fue revelador de su actual nivel. Tan sólo es un ejemplo.

Quedan seis jornadas por delante y una final. Y más valdría que el equipo esté centradito, porque aún tiene opciones incluso de quedar tercero. Regalos como el de ayer son excesivos. El sábado hay que ganar al Sporting. Todo lo que no sea eso supondrá un serio revés para el equipo y para el proyecto Álvarez.

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