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La pequeña Mari Luz murió asfixiada antes de ser arrojada al fondo del río

Mari Luz Cortés murió asfixiada antes de ser arrojada al río Tinto. Fuentes de la investigación confirmaron que las autopsias practicadas al cadaver de la niña, desaparecida en la barriada del Torrejón de Huelva y hallada muerta en la ría el pasado día 7, confirmaron que la causa de la muerte fue la asfixia. Después, el cadáver fue arrojado al agua.

el 15 sep 2009 / 01:45 h.

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Mari Luz Cortés murió asfixiada antes de ser arrojada al río Tinto. Fuentes de la investigación confirmaron ayer que las autopsias practicadas al cadaver de la niña, desaparecida en la barriada del Torrejón de Huelva y hallada muerta en la ría el pasado día 7, confirmaron que la causa de la muerte fue la asfixia. Después, el cadáver fue arrojado al agua.

Según pudo saber este periódico, ésos son los datos confirmados por la autopsia que le practicaron al cadáver los médicos del Instituto de Medicina Legal de Huelva el día que hallaron el cuerpo de la niña y la que realizó con posterioridad el doctor Luis Frontela, que no quiso pronunciarse sobre el tema debido al secreto sumarial decretado sobre el caso. Los resultados de los análisis son contundentes: Mari Luz murió asfixiada.

Como determinó el informe preliminar de la autopsia, la niña de cinco años que estuvo 54 días en paradero desconocido falleció en las 24 horas posteriores a su desaparición, entre las cinco de la tarde del 13 de enero y la misma hora del 14. Ayer se cumplieron dos meses de su muerte.

La causa del fallecimiento avala la hipótesis policial que apunta a que hubo de por medio una acción criminal y no un hecho accidental. No obstante, fuentes de la investigación añadieron que, una vez que se descartó el estrangulamiento, la asfixia pudo deberse a dos motivos: a que alguien quiso acabar con la vida de la pequeña y ejerció presión sobre el aparato respiratorio o, por el contrario, a que la pequeña estuviese encerrada en un habitáculo pequeño sin ventilación y oxigeno.

Mari Luz tenía dos golpes que fueron anteriores a la muerte. El primero, en la nuca, que produjo un gran hematoma y, el segundo, en el costal izquierdo, y que afectó a varias costillas. La rotura de estos huesos pudo acelerar la muerte por asfixia de la pequeña.

Los forenses han confirmado que no existen indicios externos ni internos de que Mari Luz sufriera algún tipo de agresión sexual. No hay restos de semen en el cadáver y, por tanto, se descarta el móvil sexual, así como el ajuste de cuentas. "El ajuste de cuentas es un crimen pasional, y este tipo de asesinatos suelen ser muy violentos", añadieron fuentes de la investigación.

Por el momento, el o los culpables no tienen nombre y apellidos. Ni siquiera hay un sospechoso claro. El vecino que en su día fue señalado por la familia, y que cuenta con antecedentes por abusos sexuales a menores de edad, presentó una coartada a la Policía. Además, a pesar de que en sus declaraciones hubo varias contradicciones, la Policía Científica no halló restos relacionados con Mari Luz en su vivienda, que limita con el portal donde vive la familia Cortés y por donde anduvo la niña aquella tarde.

Otro de los cabos sueltos del caso llegará en los próximos días. El Departamento de Geología de la Universidad de Huelva analiza los fangos adheridos al cadáver de Mari Luz, para determinar el lugar exacto donde la niña fue arrojada o cayó al río Tinto. En principio, se sospecha que fue en el Caño del Rincón, junto a las balsas de fosfoyesos, a unos dos kilómetros de la plaza de la Rosa.

Mientras continúa la investigación del caso, la familia de Mari Luz y, sobre todo, sus padres, Juan José Cortés e Irene Suárez tratan de superar este duro golpe. El portavoz de la familia, Luis Molina, indicó que "todos necesitan un descanso". "Hemos estado dos meses sin parar de buscar de Mari Luz", sostuvo.

Mientras tanto, la agencia de detectuves Winterman, aseguró ayer que desde que comenzó la investigación sobre la desaparición y posterior muerte de Mari Luz Cortés, los profesionales tratan de realizar sus trabajos al margen de las pesquisas iniciadas tanto por la Policía Nacional como los forenses que han analizado el cadáver de la niña. Por el momento, no han querido detallar cómo y dónde están realizando su trabajo, aunque esperan tener resultados próximamente.

La agencia comenzó a trabajar en el caso el mismo día en que dos trabajadores de Cepsa encontraron el cuerpo de Mari Luz flotando en la ría. La contratación de los detectives será financiado con el dinero recaudado en la cuenta bancaria abierta a nombre de la niña.

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