Parece conveniente recurrir a la memoria para avisar al señor Acebes de lo que debería saber por su cuenta: será el personaje más indigno de la política española mientras siga empeñado en culpar de la crispación a sus adversarios, cuando ésa es la estrategia tradicional de la derecha española. Tendrá razón si elimina el criterio argumentando la aversión del autor por tratarse de uno de los ministros más mentiroso de la Historia de España, pero la casualidad quiere que se cumpla el décimo aniversario de las famosas declaraciones de Luis María Anson, uno de los periodistas más sagaces e infatigables del relato contemporáneo.
Anson, que durante quince años fue director de ABC, confesó las claves de la conspiración promovida para desalojar a los socialistas del Gobierno y, singularmente, a Felipe González. La constatación es sencilla, basta con acudir al número del 23 de febrero de 1998 de la revista Tiempo y buscar la entrevista de Santiago Belloch titulada "Para terminar con Felipe González se rozó la estabilidad del Estado". Anson lo cuenta con el conocimiento y la voluntad de quien participó en la agrupación de periodistas formada por gran parte de los que siguen manipulando el mango de la crispación contra el Gobierno de Zapatero, aunque sea inútil pedir peras al olmo y a Acebes que lo reconozca.
Periodista
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