Economía

"La permanencia continuada en el puesto es improductiva"

El presidente de la Comisión de Relaciones Laborales de la CES lamenta la falta de de valentía del Gobierno al reformar la negociación colectiva y la oportunidad perdida.

el 03 jul 2011 / 19:18 h.

Carlos Rus Palacios está al frente de la Comisión de Relaciones Laborales de la patronal sevillana CES.

-¿Gusta a los empresarios la reforma de negociación colectiva?

-No ha gustado porque el Gobierno vuelve a quedarse en un punto intermedio. Ha buscado que haya demasiado equilibrio entre sindicatos y empresas y estamos en un momento en el que tiene que ser más valiente.

-Comencemos por los aspectos positivos, si los hay. Desde la óptica empresarial ¿en qué supone un avance?

-El único es la distribución irregular del 5% de la jornada laboral a lo largo del año, porque se abre la posibilidad de que esté presente en el convenio.

-Una de las demandas era la preeminencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales.

-Se ha hablado de dar mayor valor al convenio de empresa pero es así salvo que se decida lo contrario a nivel autonómico o estatal. Se deja de lado el ámbito de negociación provincial que es el más importante al ser el más cercano a la realidad del mercado. La experiencia en Andalucía es que cuando se tiende al acuerdo autonómico se coge lo mejor de los provinciales, eso supone un encarecimiento inasumible por parte de las empresas. La estructura que puede derivar dependerá de la fuerza que tengan las organizaciones empresariales o sindicales en cada sector, con lo que si se pretendía lograr una estructura más uniforme no se consigue.

-¿Cómo solventa el texto la tan ansiada flexibilidad?

-No lo ha solventado, sino que lo ha complicado. Se ha hecho algo incomprensible, se le da peso a las secciones sindicales. El empresario se sienta a negociar con el comité de empresa, elegido por los trabajadores, y la sección sindical es la que pertenece a un sindicato y podrá tener o no representantes en el comité, pero ahora se complica porque se podrá meter a negociar. No necesitamos más interlocutores. Ha habido muchas empresas que se han ido a pique porque no han podido adecuarse a los cambios bruscos del mercado. Necesitamos que reducir o adecuar la plantilla no suponga unos costes que acaben lastrando la marcha de la empresa. Puedo plantear reducir la jornada para no despedir, pero si no puedo hacerlo de forma rápida, a muchas empresas no les queda más remedio que hacerlo.

-Si las empresas tienen razones objetivas ¿por qué se ha utilizado tanto el despido improcedente, que es más caro?

-No voy a defender el despido improcedente porque no es la salida más adecuada, pero me pregunto qué otras salidas hay para hacer una adaptación rápida.

-La ultraactividad es otro de los puntos calientes.

-Da la sensación de que la historia de la negociación colectiva en España es la historia del empresario cediendo. Poner coto a la ultraactividad era una forma de que si no había acuerdo, poder llegar a él. Los 8 y 14 meses dados son periodos excesivamente largos para negociar un convenio. Y si no hay acuerdo, arbitraje. Eso es inconstitucional. Si no está pactado no pueden obligarnos a ello. Hacer un decretazo pero darle tramitación parlamentaria muestra la falta de valentía del Gobierno para asumir sus propias decisiones y su responsabilidad.

-¿El decreto se acerca más al empresario o al trabajador?

-No gusta a unos ni a otros. Nadie está profundamente enfadado ni satisfecho.

-¿Qué es imprescindible para crear empleo que haya quedado en el tintero?

-La vinculación de salarios a productividad.

-La patronal plantea un contrato único con 20 días. ¿El debate se centra demasiado en el coste del despido?

-No, pero siempre es lo más llamativo. El coste del despido es un problema, pero no queremos el despido libre, sino cambiar un modelo de contrato y de relaciones laborales. Cuando se habla de ese contrato parece que el empresario es malvado y quiere despedir a un coste pequeño, pero genera una movilidad en el mercado que es muy sana. La permanencia continuada en el puesto de trabajo genera improductividad y parece que el objetivo es ser fijo e intocable y en los modelos europeos el fin es ser buenos profesionales.

"El Gobierno no debe dejar lo duro para el que llega"

-¿Un adelanto electoral paralizaría aún más la economía o insuflaría confianza?

-Si el Gobierno está dispuesto a tomar las medidas necesarias que permanezca, si no, que cuanto antes se marche. El simple cambio va a suponer una nueva visión desde fuera y confianza de los mercados. Un presidente, aunque esté en retirada, debe ser lo suficientemente valiente y no esperar al relevo ni dejar la parte más dura al que viene detrás porque eso ralentiza la salida de España de la crisis.

-¿Qué es lo que está paralizando la creación de empleo: el amplio abanico de contratos, la expectativa de una reforma de mayor calado, la falta de confianza...?

-Si tuvieras que hacer una inversión importante como comprar un coche ¿la harías ahora o esperarías? La mayoría decide esperar porque no sabe qué va a pasar con su futuro laboral. El Gobierno puede tener dos posturas: o subir el IVA y decidir dónde va el dinero o bajar el IVA y el tipo impositivo de las empresas, con lo que sería más barato comprar, se activaría el consumo y con él la producción de las empresas. El Gobierno recaudaría más si el consumo se reactivase.

-El modelo austríaco se ha paralizado, al menos un año, porque no era el momento.

-Ese modelo supone que el trabajador cambie de empresa, no pierda la antigüedad y vaya generando una bolsa de dinero que se mueve con él. Supondrá un coste para las empresas vía cotizaciones y para la Seguridad Social y ahora quizás no sea el momento por la crisis. Pero ¿dónde puede estar ese dinero mientras no se está utilizando? Podría servir como fuente de financiación del Gobierno.

-Son tiempos de mala imagen de empresa y sindicatos.

-Pese a estar en uno de los peores momentos hay poco movimiento sindical. Es llamativo, me gustaría ver su respuesta con un gobierno de derechas.

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