Blanca González
La Grafología es una disciplina científica muy utilizada actualmente por policías y criminalistas para determinar, entre otras cosas, los rasgos de la personalidad de asesinos, imputados, sospechosos o suicidas. Los expertos dicen que es fiable y veraz.
Las formas de expresión y comunicación humanas desvelan en mayor o menor medida la personalidad y el estado de ánimo de la persona que las produce. Los gestos, la manera de andar o hablar aportan datos interesantes si los desciframos correctamente.
La forma de escribir nos puede orientar sobre la personalidad de alguien, y es esto concretamente el objeto de la Grafología, que es la ciencia que estudia la relación entre la escritura y la psicología humana. Gracias a esta disciplina se pueden determinar diversos rasgos de la personalidad, tales como la capacidad intelectual, la agilidad mental, la capacidad de síntesis y análisis, la claridad de ideas o la intuición. También pueden establecerse las aptitudes para el trabajo y el estudio, tanto en lo relativo a la capacidad como la constancia, la diligencia, la concentración o la memoria.
Tal y como explica el perito calígrafo Juan Carlos González, el ser humano "crea posiciones con respecto a la línea horizontal imaginaria de la escritura que divide el espacio en dos, y en base a esto el sujeto mostrará unos u otros rasgos personales". La posición por encima de la línea muestra la superioridad del individuo, el cielo y la luz, mientras que todo lo escrito debajo de la línea representa el infierno, la oscuridad y el abismo. El texto escrito, la escritura, simboliza el yo social y profesional y refleja to-do aquello que se quiere exhibir para que lo vean los demás. En cambio, la firma y rúbrica representan el yo íntimo, revelan la apreciación que tenemos de nosotros. El estudio conjunto del texto manuscrito y la firma y rúbrica permite establecer una serie de conclusiones acerca de la personalidad del individuo.
La dirección de la línea es otro de los aspectos relevantes, y aunque la norma general es de izquierda a derecha, "lo que hay que identificar es el movimiento que realiza la mano del sujeto, que suele ser hacia fuera y que se identifica con la exteriorización del individuo" y todo lo que esto conlleva, se trata de una proyección del yo al tú. La trayectoria de la línea de escritura puede seguir varias direcciones, y dependiendo de éstas el sujeto representará unos determinados rasgos personales. Si presenta una dirección rectilínea, el individuo mostrará "control, relajación y serenidad, constancia en sus pensamientos y estados de ánimo, indiferencia y monotonía", explica el perito.
Asimismo, si la trayectoria realizada es ascendente, el sujeto será "ambicioso, apasionado, de carácter emprendedor y con confianza en sí mismo", aunque puede presentar cierta agresividad o rebeldía. Por el contrario, si la trayectoria es descendente, el sujeto representa "cansancio o agotamiento tanto físico como mental, está descontento consigo mismo y tiene un carácter influenciable".
Tal y como informa el perito calígrafo, el individuo puede mostrar una "fuerte depresión escondida bajo una hiperactividad mental e intelectual, demasiada ambición y delirios de grandeza" si presenta una trayectoria ascendente mayor de 5 mm, o bien posee una "depresión muy grande y con tendencia al suicidio" si realiza una trayectoria exageradamente descendente.
En el caso de que la trayectoria de la escritura presente irregularidades, esto significa que el individuo mantiene una "batalla constante con el propio yo".
Otros de los aspectos que pueden derivarse del estudio de la escritura de una persona es la aptitud que adopta hacia el mismo, como el grado de orden y detallismo, la puntualidad, la capacidad de organización, dotes de mando, iniciativa, decisión o el nivel de aspiraciones.