La pila del pato, con el surtidor repuesto
La sufrida fuente de la plaza de San Leandro ya luce su imagen original, con el surtidor en forma de ánade por el que la fuente es popularmente conocida como la pila del pato, después de que unos vándalos lo arrancaran el pasado 13 de julio. Urbanismo confirmó ayer que el surtidor fue repuesto hace varias semanas con cargo al presupuesto municipal con el que cuenta el Área de Patrimonio para pequeñas reparaciones de este tipo.
De los culpables de este énesimo ataque contra una de las fuentes que se ha convertido en objetivo del vandalismo nada se sabe, pese a testimonios de vecinos que describieron a un grupo de jóvenes ebrios como los culpables. Fuentes municipales admitieron que en estos casos resulta muy difícil localizar a los culpables y hacerles pagar la correspondiente multa prevista en las ordenanzas municipales.
Por ello, recientemente, y después de que el vandalismo también se cebará con unas estatuas de la glorieta de Luis Montoto en el Parque de María Luisa y con las eternamente restauradas balaustradas de la Plaza de España, el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció tolerancia cero contra esta lacra y apeló a la colaboración ciudadana para denunciar estos actos y facilitar las pesquisas policiales para que los culpables paguen.
La pila del pato es desde hace años objeto de destrozos siendo el surtidor uno de los elementos más afectados. Ya en 2008 desapareció por completo y en varias ocasiones ha sufrido daños. En 2010, el Gobierno municipal de PSOE e IU gastó 18.000 euros en una remodelación integral de la fuente que incluyó un tratamiento antigraffitis que también se ha usado en estatuas como la del Cid.
Este mismo año el PP ha remodelado el entorno de la plaza, reparando la solería y algunos alcorques. Sin embargo, la reforma del entorno no frenó a los vándalos que arrancaron tanto el surtidor en forma de pato como el pedestal sobre el que se asienta, que ha tenido que ser repuesto por completo por el Consistorio ya que no se han encontrado las piezas dañadas.
Junto a la Plaza de España en cuya reforma integral entre 2009 y 2010 se inviertieron nueve millones de euros, es uno de los elementos patrimoniales más reiteradamente dañados de la ciudad, en la que los vándalos también han pintado las estatuas de Curro Romero o la Duquesa de Alba, sustraído el violín a la de Mozart y los pinceles a la de Velázquez o decapitado a la imagen de Híspalis en la Puerta de Jerez durante la celebración del triunfo español en la Eurocopa de 2012, cuya reparación costó 9.000 euros.
