La piqueta se estrenó ayer en la sierra de Córdoba capital. Fue el primer derribo de una vivienda ilegal, que comenzó a las cinco de la tarde cuando una máquina excavadora convirtió en escombros el porche de la casa. Se vivieron horas de mucha tensión.
Al porche le siguió la planta superior y el resto de los 200 metros cuadrados que tenía la vivienda. Había sido construida en 2001, sin licencia, sin proyecto y en un suelo calificado como no urbanizable de especial protección. Sus propietarios hicieron caso omiso de las advertencias y denuncias de la Policía Local de Córdoba.
Su caso acabó en los tribunales y desde 2004 está ordenado el derribo de la vivienda. Una sentencia de un juzgado cordobés, recurrida y posteriormente ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, lo avala.
La propietaria de la vivienda, Francisca Rodríguez, lleva semanas intentado aferrarse a cualquier posibilidad que le permitiera paralizar la demolición. Ayer acabó desmayándose y tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad al comprobar la irreversibilidad de la orden judicial.
"Sé que hemos cometido un error pero no entiendo por qué tiran mi casa y no las de mis vecinos", aseguraba ayer Francisca Rodríguez ante las cámaras y los micrófonos de los periodistas.
Y es que su vivienda dista tan sólo unos metros de otras similares, que quedarán en pie y que su ilegalidad acabó en una simple sanción administrativa. En la sentencia el juez aseguraba que "en pocas ocasiones podríamos encontrarnos con un caso más merecedor de un derribo" o que la construcción "distorsiona gravemente la imagen de la sierra de Córdoba".
Llama la atención que las viviendas que rodean a la demolida se hallan ubicadas sobre un suelo igualmente protegido y con el mismo impacto visual sobre la sierra cordobesa.
Ayer, el presidente de la Audiencia Provincial de Córdoba, Eduardo Baena, aseguraba que esta sentencia "tiene un componente ejemplarizante para paralizar los desmanes urbanísticos" y justificó el derribo en que los propietarios hicieran oídos sordos a las advertencias de la Policía Local, también pesa sobre ella el castigo de contar con unas de las mejores vistas de Córdoba.
Ecologistas en Acción denunció el gran impacto visual de esta vivienda y ha luchado durante años para conseguir lo que en unos días ocurrirá, el "reestablecimiento de la realidad física que había anteriormente allí".
Los servicios sociales municipales estudiaban ayer la situación de Francisca Rodríguez para determinar la posibilidad de realojarla temporalmente en un hotel o en un piso de alquiler de protección oficial. El Ayuntamiento garantizó además que recibirá atención psicológica si la requiere.
