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La plaga del picudo rojo reaparece atacando palmeras en Sevilla Este

Más de una decena de ejemplares, de 28 años de vida, han resultados infectados en Andalucía Residencial.

el 18 nov 2012 / 23:10 h.

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Estado de las palmeras, de 28 años de antigüedad, que había en las zonas verdes de la calle El Pópulo de Sevilla Este.
El primer aviso lo dieron los vecinos de la Oliva y, semanas después, los de Sevilla Este. La plaga del picudo rojo , un escarabajo que tiene como cometido destruir las palmeras que se encuentra a su paso, ha reaparecido un año más en Sevilla, y ya son siete, aunque han sido en estos dos últimos en los que está actuando con más virulencia en la capital hispalense. Las palmeras afectadas han sido esta vez las que se sitúan en las zonas ajardinadas de la barriada de Andalucía Residencial, principalmente en el entorno de las calles El Pópulo y Reina Victoria.

En este núcleo se han localizado más de una decena de palmeras muertas por el devastador efecto del picudo rojo. Estas palmeras, de hecho, tenían una antigüedad de 28 años, ya que se plantaron a la par de la construcción de las urbanizaciones, que fueron de las primeras que se levantaron en Sevilla Este.

El problema es que no se trata de un hecho aislado. Hace alrededor de un mes, la Asociación de Amigos de los Jardines de la Oliva activó las alarmas tras comprobar cómo la plaga del picudo rojo había reaparecido acabando con la vida de una palmera canaria de 42 años e infectando también a las que había alrededor.

Ése detalle, el del contagio, es lo que causa mayor preocupación en los vecinos y, desde que apareció el primer brote hace siete años, en los técnicos de Parques y Jardines, que siempre han ideado estrategias para que la plaga no fuera a más y pudiera amenazar a las más de 10.000 palmeras que tiene la ciudad. Y es que, una vez que aparece, el picudo rojo puede llegar a desplazarse por aire a una distancia de hasta siete kilómetros, por lo que el hecho de que se infecten en la periferia no libra de su posible contagio a las palmeras más históricas, las que se encuentran en enclaves como son los Jardines de Las Delicias o el Parque de María Luisa. El protocolo que se había acometido en los últimos años para evitar que la plaga se extendiera a la capital era esparcir un producto a modo de barrera que blindaba la llegada del insecto desde la comarca del Aljarafe, donde ha causado más estragos, principalmente en municipios como Espartinas, Bollullos de la Mitación y Umbrete.

Tras varios años de tranquilidad
en ese aspecto, la Delegación de Medio Ambiente hizo saltar las alarmas el año pasado, cuando detectó que 17 palmeras habían resultados afectadas por este insecto entre los meses de agosto y septiembre. Eso llevó al Consistorio a desplegar un dispositivo, formado por técnicos de la Delegación de Parques y Jardines, para que revisaran varias zonas como los Jardines de las Delicias, el Parque de María Luisa, las avenidas de San Francisco Javier y Manuel Siurot, así como zonas del centro como la plaza de Molviedro.

Este cometido, el de velar por la no propagación del picudo rojo en las palmeras de la ciudad, se ha encomendado ahora a varias empresas privadas a través de un macrocontrato por el que, por 48 millones, se encargarán hasta el año 2015 del cuidado de 700 hectáreas de parques y jardines de la ciudad, que tienen 180.000 árboles. El tratamiento específico en las palmeras afectadas por el picudo rojo es una de las tareas específicas del contrato, en el que se incluye los habituales de riego, abonado, mantenimiento y reposición de céspedes, praderas y cubiertas vegetales.

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