En el edificio municipal situado en Diego de Riaño trabaja casi un centenar de empleados municipales. Ayer, sintieron vibraciones provocadas por una obra y desalojaron el inmueble. Los delegados de Prevención de Riesgos Laborales rechazan que la plantilla vuelva hasta que no haya un informe. Recuerdan lo ocurrido en 2006.
No es la primera vez que los trabajadores abandonan este edificio municipal. Así ocurrió ya en 2006 tras la aparición de unas grietas que llevaron a los sindicatos a denunciar el caso ante la Inspección de Trabajo. Pese a que un informe técnico avalaba el buen estado del inmueble, éste fue precintado durante varias semanas en las que se acometieron una serie de obras de rehabilitación. Ahora se produce un escenario similar: tras las vibraciones de ayer, que obligaron a intervenir a los Bomberos, los empleados desalojaron el edificio. El Gobierno local salió públicamente a defender la seguridad del mismo, aunque la Delegación de Recursos Humanos avaló la decisión de los empleados de no trabajar en esta sede mientras no haya un informe que garantice la seguridad -según explicaron desde el comité de empresa, se emitió una circular a las áreas afectadas-. Los técnicos de Prevención de Riesgos Laborales de los sindicatos rechazan que el centenar de empleados -pertenecientes a Salud y Consumo e Igualdad- vuelvan a sus puestos de trabajo mientras no haya un informe por escrito. No temen tanto por la estructura como por el riesgo a desprendimientos.
Además de los delegados de Prevención, un técnico del Cuerpo de Bomberos y dos arquitectos revisaron el estado del edificio durante la jornada de ayer. Sus conclusiones sirvieron de aval al equipo de Gobierno para dar garantías de la seguridad del edificio. El delegado de Edificios Municipales, Joaquín Díaz, relató que la empresa que realiza las obras de un edificio próximo encontró un extracto de terreno de más dureza de la habitual, 'por lo que han cambiado el sistema de excavación, lo que ha ocasionado vibraciones mayores'. 'No tiene por qué ser peligroso para el edificio, simplemente han encontrado un terreno más resistente y para pasar esa capa han tenido que utilizar esa técnica a esa cota y en esa superficie concreta, algo que no tiene por qué producirse más', explicó el edil socialista, quien señaló que son habituales las pequeñas vibraciones con una obra de esa envergadura y recordó que el edificio cuenta con 'todas las medidas de prevención' a raíz de la aparición de grietas a finales de 2006.
Pese a esto, según las declaraciones realizadas por el edil a Europa Press, el informe por escrito del Cuerpo de Bomberos sobre la situación del edificio no estará listo hasta dentro de 'dos o tres días'. Mientras no estén los técnicos de Prevención de Riesgos Laborales del Consistorio, no aceptarán el regreso de los trabajadores.
Aunque en el edificio se han realizado varias obras de rehabilitación en los últimos años, el Ayuntamiento es consciente de su deterioro y, de hecho, el proyecto municipal desde el inicio del mandato es deshacerse de este inmueble para que sea demolido y dotado de otros usos. El edificio, de hecho, ya no es propiedad del Ayuntamiento, sino que forma parte del patrimonio de la empresa municipal de transportes Tussam, que tiene la encomienda de realizar su venta. Salió por primera vez a subasta pública en febrero de 2008 por 12,8 millones de euros para su transformación en un bloque de pisos de lujo. Quedó desierto, al igual que el procedimiento negociado que se inició meses después, y el siguiente concurso -ya con un precio de 9,5 millones de euros-. Ahora, con una nueva rebaja, el Ayuntamiento tiene avanzada una negociación con un grupo hotelero inglés, que lleva abierta desde finales del pasado año, sin que hasta ahora, según fuentes de Tussam, se haya logrado formalizar la venta del inmueble.
