Pérez Luna denunció que Caixabank desembarcó en Pimsa en agosto y criticó que no haya desvelado sus planes hasta que su intención de poner en venta el parque saltó a la prensa recientemente. Los trabajadores de Isla Mágica no se oponen a esta venta si con ella se garantiza la viabilidad del parque pero exigen que la entidad desvele ya sus planes para 2013. Solo 80 de los 600 trabajadores de Isla Mágica tienen contratos permanentes durante todo el año. Unos 300 son fijos discontinuos que dependen del calendario que se fije para la apertura y cierre del parque y que a estas alturas ya estaba cerrado otros años pero que se desconoce para 2013. El resto son eventuales y subcontratados. El convenio laboral, en vigor hasta el 31 de diciembre de 2013, estipula que para el próximo año los fijos discontinuos trabajarán 169 días (al margen de la campaña de Navidad que es opcional aunque hace años que el parque abre para estas fiestas). "Si Caixabank quiere variar algo del convenio tiene que sentarse a negociar", explicó la presidenta del comité de empresa.
La inquietud ha crecido entre los trabajadores tras conocer que la venta de pases de temporada para 2013, iniciada hace un par de semanas, se ha suspendido. "Están cogiendo los datos de la gente para hacer reservas pero no les pueden vender el pase porque aún no se sabe la fecha de apertura y cierre del parque", subrayó Pérez Luna.
Según la información manejada por el comité de empresa, el próximo viernes se reunirá el Consejo de Administración del parque, en el que aún no hay sentado ningún representante de Caixabank si bien en la última reunión se acordó mandatar al principal accionista de la sociedad gestora a que se pronunciase para aclarar sus intenciones sobre el futuro de la empresa, por lo que los trabajadores confían en conocer las intenciones de Caixabank tras esa reunión.