Las cajas alcanzaron alcanzaron al cierre de 2007 un total de 131.933 empleados, un 6,27% más que en 2006, mientras que la plantilla de los bancos se situó en 117.570 trabajadores, un 3,9% por encima del ejercicio anterior, según datos de la Memoria de Supervisión del Banco de España.
Las cajas incrementaron en mayor medida que la banca la cifra de empleados como consecuencia, en gran medida, de la expansión de su red, con la apertura en 2007 de casi mil nuevas oficinas, frente a las 446 de los bancos.
No obstante, tanto las cajas como los bancos mantuvieron estable el número de trabajadores por oficina, hasta los 4,3 y 5,3, lo que demuestra que el nuevo personal se destinó a las sucursales nuevas y no a reforzar las existentes.
En conjunto, el total de entidades de crédito aumentó un 5,2% su plantilla en 2007.