C.R.
De un tiempo a esta parte, a las autoridades en general les ha dado porque la juventud se divierta mucho, como si el aburrimiento fuese antidemocrático o meramente incívico. En Cádiz, por ejemplo, al veraneante en la edad del pavo y colindantes se le ponen por delante tantas ofertas, propuestas y ocurrencias, cada una de su padre y de su madre, que suerte tendrá si llega a sentarse en la hamaca.
Este afán gaditano llega a su extremo en el programa Un mar de actividades, que afecta a los asiduos de las playas de La Victoria, La Caleta y Santa María del Mar.
En La Victoria está el llamado módulo Malibú, para los chavales: información de todo lo que a un menor se le pueda apetecer, internet gratuito, préstamo de juegos, periódicos y libros, prácticas deportivas (palas, voley playa, fútbol playa, ping pong) y lo que se tercie. En esa misma playa hay un módulo central para los niños, con cuentos, clases de inglés, escenificaciones, bailes, gimnasia... Algo parecido a lo que han montado en La Caleta.
Súmensele a esto los cursillos marineros, los concursos de castillos de arena y la ecología y tendrá algo parecido a lo que cuenta la web www.cadiz.es, donde también hay infinidad de sugerencias para los mayores. Visítela y que aproveche.