La apertura del nuevo parque acuático de Isla Mágica, bautizado como la «playa de Sevilla», resultó ayer algo decepcionante para sus primeros visitantes. De todas las atracciones, sólo una estuvo abierta: la piscina de olas.Aunque el día anterior la empresa había enviado un comunicado a los medios informando de este extremo, la mayoría del público desconocía la situación. La falta de espacio, los precios y la sorpresa de encontrar la mayor parte de Agua Mágica cerrada fueron las principales quejas. La versión oficial es que se está llevando a cabo un «soft openning» o apertura progresiva hasta el día 10 de julio, fecha en la que todo estará terminado. Antes, este jueves, se celebrará una inauguración. La piscina de olas fue la única atracción que encontraron abierta los visitantes en la jornada de ayer. / Foto: Jose Luis Montero El estado de la zona estrenada ayer delataba lo precipitado de la apertura, con palmeras recién plantadas, vallas que trataban de esconder el ir y venir de obreros trabajando a destajo, el personal algo perdido sin saber responder a cuestiones como «dónde se puede fumar» o las máquinas que seguían con la construcción de las atracciones. Frente a este panorama, la gran piscina Quetzal acogía al grueso de los visitantes, que también podían disfrutar de un restaurante, un par de puestos de bebidas, los vestuarios, la zona con consignas y el área médica. La nueva «playa», con vistas a la sede de la RTVA, ofrecía pocos huecos en la arena debido al éxito de público y al escaso espacio. Uno de los primeros visitantes fue José Ramón Guerrero, sevillano y poseedor de pase de temporada. «Era lo que me esperaba a medias. Pensaba que sería más grande. Está muy saturado y no veo bien que cobren cinco euros para entrar sólo a una piscina» los poseedores de pases deben pagar esa entrada por acceder a Agua Mágica los fines de semana. El estreno captó la atención del público aunque resultó decepcionante. / Foto: J.L. Montero También se quejaba de la publicidad que se le ha dado a la apertura. «Ha sido un poco engañosa. No nos habían avisado de que sólo funcionaría una piscina. A cambio nos han regalado una entrada para volver a partir del 10 de julio», comentaba. Pero no todo eran críticas. A su juicio, «la piscina de olas es mucho mejor y funciona con más frecuencia que la del otro parque acuático de Sevilla». Javier, un joven malagueño de 24 años, también aplaudía la nueva zona de Isla Mágica. «Yo conocía el parque y creo que esto le va a venir fenomenal, pero cuando esté acabado». Juan Miguel Vázquez es sevillano, tiene 40 años, pero no cuenta con el pase de temporada. Él acudió ayer junto a su mujer y sus dos hijos a la primera jornada de Agua Mágica. «Es un poco frustrante. No era lo que habían anunciado. Nos han cobrado siete euros a cada uno para usar sólo una piscina. Nos han dado a cambio una entrada para venir a partir del 10 de julio, pero a nosotros no nos sirve porque ya no estaremos enSevilla». Lo que más molestaba a este cliente era «la falta de información». «Cuando hemos comprado las entradas en la puerta no nos han dicho nada de que sólo había abierta una piscina».A su juicio, «cuando estén todas las atracciones terminadas igual sí compensa, pero ahora es pequeño, y carísimo». En el apartado de precios, como en la mayoría de parques, son más elevados de lo habitual. Una cerveza cuesta entre dos y 2,40 euros. La consigna, dos euros. Una colchoneta, otros dos. Y alquilar una hamaca, tres. «Cobran como si fuera primera línea de playa en Costa Ballena», bromeaba este visitante. El parque ofrece además una tienda de recuerdos, donde los más despistados pueden hacerse con un traje de baño de 14 a 24 euros. La primera jornada transcurrió sin incidentes. Los trabajadores del parque pedían darle unos días de rodaje. «Cuando esté acabado será fantástico», sostenía una empleada.Mientras, habrá que conformarse con esta «calita de sevilla».