Economía

La pobreza tiene rostro de albañil

Cáritas recibe un aluvión de solicitudes de ayudas sociales por parte de albañiles que se han quedado sin empleo. La pobreza cambia el rostro. Su perfil es ahora el de un obrero de la construcción en paro, casado con una limpiadora, dos hijos y, por supuesto, hipotecado.

el 15 sep 2009 / 09:59 h.

Cáritas recibe un aluvión de solicitudes de ayudas sociales por parte de albañiles que se han quedado sin empleo. La pobreza cambia el rostro. Su perfil es ahora el de un obrero de la construcción en paro, casado con una limpiadora, dos hijos y, por supuesto, hipotecado.

La crisis, el incremento del paro y la subida de las hipotecas están redibujando el perfil de la pobreza en muchos puntos de España, donde los servicios asistenciales de Cáritas tienen sobre la mesa "cientos de solicitudes" de ayuda económica para familias que reúnen este perfil: un parado de la construcción casado con una mujer que limpia o cuida ancianos a tiempo parcial y con al menos dos hijos en edad escolar.

Distintas Cáritas Diocesanas repartidas por el territorio nacional explican que inmigrantes en situación irregular, mujeres sin recursos con cargas familiares o personas sin hogar suelen ser quienes reciben principalmente la asistencia básica. Sin embargo, en regiones como Madrid, Extremadura o Andalucía, el perfil se amplía a familias no siempre de origen extranjero que acuden en busca de cobertura "para los servicios más básicos", porque todos sus ingresos, inferiores a sus gastos, se destinan a conservar un techo donde cobijarse.

Éste es el caso más común en la capital madrileña. Una de las responsables en la gestión de Cáritas Madrid, Concha García, comenta que desde enero se han registrado peticiones de un mayor número de familias de estas características.

"Son las que en los últimos años compraron una vivienda tras ver que les subían los precios del alquiler y ahora se han encontrado con que suben los intereses, mientras bajan sus ingresos por el paro de uno o de ambos cónyuges y se produce una subida general de todos sus gastos".

Hay tanto españoles como inmigrantes, aunque éstos en mayor medida, porque tienen más problemas para cubrir las necesidades básicas al carecer de redes sociales de apoyo en España.

"Un español puede ir a comer un día a casa de un pariente si no tiene comida. Un extranjero, no", apostilla la responsable de Cáritas, quien vaticina una situación "mucho peor" para la mayor parte de estas personas porque ahora pueden estar cobrando un subsidio por desempleo que, sin embargo, "no durará para siempre".

En verano la situación se complica porque, según García, si durante el año estas mujeres hacen trabajos por horas cuidando de personas mayores y de niños o haciendo trabajos de limpieza, en vacaciones son menos las ofertas para desempeñar estas tareas. "Además, la crisis nos afecta a todos y cuando alguien quiere recortar gastos, lo primero que se quita es el servicio doméstico".

La "vergüenza" y la "esperanza de encontrar una salida" hacen que quienes acuden a Cáritas en Madrid lo hagan ya con deudas importantes acumuladas, "cuando están con el agua al cuello y no ven otra salida". Lo mismo ocurre en la diócesis de Sevilla, donde, según la coordinadora Catalina Acedo, se reciben peticiones para cubrir de golpe varios meses de impagos de alquiler o hipoteca.

"Hay muchísimas familias que están en situación de mucha precariedad, pero, más o menos, van tirando. El problema es que en el momento en que hay una crisis se vienen abajo y llega un punto en que no saben cómo salir adelante. Entonces, recurren a nosotros porque necesitan cantidades muy grandes", explica Acedo.

En este sentido, manifiesta que las organizaciones están "muy preocupadas, pues se está incrementando la demanda y no se sabe hasta dónde se va a poder llegar". "Nuestros fondos son de gente que, de buena voluntad, nos presta ayuda, pero la crisis también les llega y se nota que pueden contribuir con menos".

Sobre este asunto, uno de los responsables técnicos de Cáritas en Badajoz, Juan Lucena, apunta a un descenso en el número de socios en la diócesis, así como en el volumen de las recaudaciones en campañas de cuestación.

En Cáritas son conscientes de que una ayuda económica en un momento determinado ayuda a superar un bache, pero, en palabras de la portavoz andaluza, "si una familia se queda parada, la única solución es el trabajo".

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