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La poca afluencia hace más segura la Feria de Consolación de Utrera

La disminución de público en la feria reduce en un 40% las asistencias sanitarias.

el 12 sep 2010 / 20:40 h.

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Un coche de caballos pasea por las calles del recinto ferial de Consolación.

La Feria y Fiestas de Consolación, que incluso desde antes de empezar ya habían quedado marcadas por la crisis, se han desarrollado con menor afluencia de público que en años anteriores, lo que ha provocado también una mayor tranquilidad en cuanto a las incidencias. Tanto es así que, según el balance de los servicios municipales de emergencias, las asistencias se han visto reducidas en un 40% con respecto a 2009.

En concreto, durante los días festivos que Utrera ha celebrado en honor a su patrona, han sido 176 las atenciones médicas practicadas, frente a las 285 de la anterior edición. Con un registro de 52 patologías distintas, la mayoría se han referido a los problemas habituales de la feria, como curas, contusiones y erosiones. De todas ellas, lo más destacado fue la rotura de dientes y golpes en la cara, entre otras consecuencias, fruto de una pelea; el traumatismo e importante herida sufrida por un menor en una atracción; y una angina de pecho.

Otra cifra destacada se refiere a las asistencias informativas protagonizadas por los usuarios del recinto, que han ascendido a las 720, frente a las 432 registradas el pasado año. También la llegada de las peregrinaciones en la madrugada del 7 al 8 de septiembre se desarrolló "con normalidad", y únicamente con "alguna asistencia puntual sin gravedad", señalaron fuentes del servicio municipal de emergencias.

De atender todo ello se han encargado las 282 personas que, con 63 vehículos, han formado parte del Plan farolillo, un dispositivo de seguridad puesto en marcha por el Ayuntamiento utrerano, en el que han participado miembros de Protección Civil, Policía Local, Bomberos, servicio médico, Guardia Civil de Utrera y de Tráfico, Grupo Rural de Seguridad (GRS), escuadrón de caballería, área técnica, grúa y servicio veterinario.

La tranquilidad ha sido, por lo tanto, la tónica general en un recinto ferial donde se ha pasado menos calor que el pasado año, y en el que se ha notado una menor presencia de visitantes. De hecho, sólo se registró mayor afluencia en la noche del viernes y durante la jornada del sábado.

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