Cultura

«La poesía está en crisis desde 'La Ilíada'»

Francisco Vélez Nieto (Lora del Río, 1935) acaba de reunir buena parte de la obra en verso que tenía dispersa en libros y publicaciones periódicas bajo el título Poesía unida, un libro que acaba de aparecer en la colección Voces de Tinta y en el que hay textos de muy diversa inspiración.

el 15 sep 2009 / 22:45 h.

Francisco Vélez Nieto (Lora del Río, 1935) acaba de reunir buena parte de la obra en verso que tenía dispersa en libros y publicaciones periódicas bajo el título Poesía unida, un libro que acaba de aparecer en la colección Voces de Tinta y en el que hay textos de muy diversa inspiración.

"Prefiero, en la medida de lo posible, la calidad a la cantidad", comenta el autor sevillano, que emprende con este volumen un intento de reordenar su faena poética, la misma que inauguró a principios de los años 70 con La otra historia de siempre, y prosiguió con títulos como Excepto la derrota, Memoria ante el espejo o Poemas a Itálica, éste con tres ediciones sucesivas y prácticamente agotado.

Todos sus textos responden a motivaciones distintas, de modo que no resulta fácil etiquetarlos. "No me molesta la etiqueta de poeta social que me pusieron hace tiempo, por más que siga siendo muy denostada. Por otro lado cabría preguntarse, ¿qué no es social en esta vida?", explica. "Yo prefiero decir que en mi poesía hay una mezcla entre lo popular y lo clásico, que busca una sensibilidad humana. Y luego hay también una parte importante de poesía amorosa", agrega.

A pesar de ese compromiso social que se hace patente en no pocos poemas del sevillano, Francisco Vélez quiere llevarle la contraria a Gabriel Celaya y niega que la poesía sea un arma cargada de futuro. "Yo estoy convencido de que la poesía está en crisis desde que se publicó La Ilíada", asevera con buen humor. "Lo que pasa es que los poetas hemos demostrado ser una raza que no se extingue fácilmente. Y la poesía, si es un arma, es el arma mágica para defenderte de todo lo vulgar que hay en el mundo", apunta.

Deudor de Luis Cernuda y de Blas de Otero, de Rafael Alberti y de César Vallejo, pero también de clásicos europeos como Esenin, Maiakovski, Pessoa o Celan, una de sus facetas más activas es, asimismo, la de articulista y crítico literario, labor que desempeña con una periodicidad semanal en El Correo de Andalucía. Un trabajo que no colisiona en absoluto con su quehacer creativo. "El poeta y el crítico se llevan muy bien,", afirma. "Tal vez el secreto sea mantenerlos juntos, pero no revueltos".

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