Local

La polémica con Igualdad. Leña a Bibiana Aido, que es de goma

Bibiana Aido, ministra de Igualdad, aterriza mañana en Sevilla después de un mes trufado de linchamientos mediáticos y políticos en su contra: un desliz lingüistico a la hora de utilizar la expresión miembra en su primera comparecencia ante la comisión de Igualdad del Congreso...

el 15 sep 2009 / 07:05 h.

Bibiana Aido, ministra de Igualdad, aterriza mañana en Sevilla después de un mes trufado de linchamientos mediáticos y políticos en su contra: un desliz lingüistico a la hora de utilizar la expresión miembra en su primera comparecencia ante la comisión de Igualdad del Congreso abrió su veda hasta convertirla en una muñeca del pim pam pum.

Y no sólo para la derecha recalcitrante a la que no sólo le molesta la Igualdad, sino la Libertad, la Fraternidad y todo lo que tenga que ver con revoluciones aunque sean francesas; también entre la progresía, incluso en la hinchada socialista, a Aido se la ha vituperado desde el momento de su nombramiento. Nunca hubo en la democracia española, ni siquiera con el infame Jesús Gil metido a alcalde de Marbella, un apriorismo tan desmedido, tan generalizado, tan sospechoso.

Es verdad que tendría que tener cuidado con la filología, que tiene nombre de mujer y a la que nadie debiera maltratar: pero no es la primera que lo hace y la artillería mediática nunca cargó tanto sus tintas contra quienes le echaron dobladillos al lenguaje desde la presura oratoria de Manuel Fraga, que a veces merecería subtítulos, a los jóvenes y jóvenas de Carmen Romero.

A ella se le recrimina incluso que acabe de posar para la revista Zero siendo ministra de Igualdad, como si no fuera justo y necesario hacerlo; o que con 31 años no haya publicado todavía veinte libros como Federica Montseny cuando llegó a ser ministra con esa misma edad, y sin tener en cuenta que ni ZP ni Solbes, ni Rato ni Rajoy han pasado todavía a la historia por su copiosa bibliografía.

Item más, se ha llegado a sostener que La Moncloa la utiliza como señuelo para desviar la atención de problemas mayúsculos y que algunos de sus lapsus han supuesto simples coartadas para distraer a la opinión pública de la huelga de transportes o de la última subida del barril de petróleo.

Cierto es que ha cometido errores mediáticos achacables a su bisoñez en la villa y corte. Pero nadie como ella, de entre todo el consejo de ministros incluyendo a su crítico Cesar Antonio Molina, ha puesto más ideas sobre la mesa en menos tiempo legislativo. Y todo ello, cuando su cartera no es inversora y a pesar de que ha levantado un ministerio de la nada en menos que canta un gallo.

No quiero incurrir en prejuicios y en el albur de pregonar que a Bibiana Aido la están machacando por ser joven, por ser mujer, por ser de izquierdas y, sobre todo, por ser andaluza. Pero frente a esa prácticamente unánime leña a Bibina que es de goma, la ministra de Igualdad, digo yo, merecería al menos igualdad de trato que el resto de sus colegas. Y que sus opositores.

  • 1