El fallecido en la hamburguesería que regentaba junto a la Alameda recibió tal cantidad de puñaladas que la investigación está barajando que los motivos del crimen fueran personales por encima de la posibilidad de un robo o una pelea fortuita, aunque todas las hipótesis continúan abiertas. Fuentes cercanas al caso explicaron ayer a este periódico que Manuel Flores, el dueño de la hamburguesería La Trastienda de la calle Joaquín Costa, recibió varias decenas de puñaladas, un ensañamiento que parece apuntar más a motivos sentimentales, fuese cual fuese el origen, que a un delito común.
La Policía Nacional, sin embargo, no confirmó ayer ningún detalle sobre la muerte, reiterando que el caso se encuentra bajo secreto de sumario y recordando que el grupo de Homicidios continúa teniendo abiertas todas las líneas de investigación en el marco de una muerte criminal. Un portavoz policial sí confirmó que Homicidios continúa trabajando intensamente en este asunto y que se han seguido tomando declaraciones a vecinos y conocidos de la víctima, así como a posibles testigos que puedan ayudar a aclarar el crimen.
Manuel Flores, de 45 años y natural de la localidad onubense de Isla Cristina, falleció apuñalado la madrugada del lunes y fue encontrado por un grupo de amigos que acudió a buscarlo al no poderlo localizar, y que fueron los que alertaron a la Policía. Se encontraba en la vivienda en la que residía solo, y donde tenía también la hamburguesería, que regentaba desde Semana Santa. El fallecido fue enterrado el sábado en Isla Cristina, según dio a conocer su entorno.
Los vecinos del barrio conocieron el crimen al escuchar el jaleo la madrugada del lunes, cuando se encontró el cuerpo y el juzgado procedió al levantamiento del cadáver.
Amigos de la víctima habían señalado que el anterior propietario del negocio en el que el fallecido montó la hamburguesería había tenido problemas económicos con el local, lo que podía estar en el origen del crimen. Sin embargo, la gran cantidad de puñaladas recibidas apunta más a un agresor movido por motivos personales, que se ensañó con la víctima por una discusión o un enfrentamiento apasionado.
La Policía Nacional busca todavía los motivos por los que pudo producirse la agresión, que ha sido condenada por la federación de gays y lesbianas Colegas, que ha pedido que se aclare lo antes posible la muerte de este "empresario homosexual" y ha trasladado su pésame a la familia del fallecido.
La hamburguesería de Manuel Flores continúa cerrada y precintada por la Policía Nacional desde la noche del crimen. El local, situado a la altura de la calle Niño Perdido, abría a las diez de la noche y era el único que permanecía abierto hasta tan tarde, ya que no cerraba hasta las cuatro y media, y a veces más tarde, por lo que el hombre se había hecho conocido en el barrio.
Se trata de un pequeño negocio de comida rápida muy cercano a la Plaza de Europa. Ayer continuaba luciendo el precinto azul de la Policía Científica, aunque la inspección completa del local ya se realizó durante las primeras horas, en busca de indicios y restos biológicos que puedan ser cotejados con los de un posible sospechoso en el momento de su detención.
Por el momento, la Policía confirma que no se ha producido ninguna detención ni se ha identificado al posible autor del crimen.
