Las revueltas en Reino Unido no cesan, aunque ayer Londres vivió un día más tranquilo tras ser blindada por la Policía. Los disturbios, sin embargo, se repitieron en otros puntos del país, fundamentalmente en Salford, Manchester y Birmingham, donde hubo saqueos y se quemaron vehículos. En Manchester incluso se llegó a suspender el servicio de tranvía.
El primer ministro británico, David Cameron , que anuló sus vacaciones por los altercados, anunció que el Gobierno "hará todo lo necesario" para devolver la calma. Algo que sí logró en Londres, donde se desplegaron unos 16.000 agentes, frente a los alrededor de 6.000 que patrullaron las calles el lunes. Además, para poder mantener el servicio, se suprimieron las vacaciones a todos los miembros de la Policía Metropolitana.
A causa de estos incidentes, que Cameron calificó de "pura y simple delincuencia", la Policía ya ha detenido a un total de 563 personas relacionadas con los disturbios y saqueos registrados en Londres en los últimos tres días, de las cuales 105 ya han sido imputadas, según el último balance ofrecido por Scotland Yard .
Por otra parte, la Policía Metropolitana indicó que como consecuencia de "la violencia sin precedentes" experimentada por sus efectivos en los "graves" disturbios en Londres, un total de 48 agentes han resultado heridos en el ejercicio de sus obligaciones. A ello se une que ayer un joven de 26 años, que fue disparado en un coche en el distrito de Croydon, en Londres, la pasada madrugada falleció en el hospital, según informó la cadena BBC, que citó a Scotland Yard. Ésta es la primera víctima mortal de los disturbios que comenzaron el sábado en la capital británica.
Entretanto, la Policía Metropolitana dio a conocer a través de Flickr varias imágenes de sospechosos de participar en los saqueos ocurridos precisamente en Croydon y en Norwood Road tomadas por cámaras de seguridad en los últimos días.
El comandante de Scotland Yard, Simon Foy, advirtió a "aquellos que hayan salido o pretendan salir a cometer actos violentos y criminales" de que la Operación Withern, como ha sido bautizado el operativo para hacer frente a estos disturbios, sigue su curso. "Tenemos fotografías y pruebas que usaremos para identificaros y llevaros ante la justicia", agregó.
Estas revueltas tienen su origen en la muerte de Mark Duggan, de 29 años, de raza negra y padre de cuatro hijos, abordado por los agentes cuando viajaba en un taxi en una operación contra el tráfico de armas en la comunidad negra en Tottenham. Lo ocurrido está siendo investigado por la Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC), para aclarar si Duggan pudo haber abierto fuego contra un policía, que salió ileso.
Sin embargo, los primeros análisis realizados por la IPCC han determinado que Mark Duggan no disparó a los agentes de las fuerzas de seguridad.
En un comunicado, Scotland Yard recuerda que "es de interés para todos", tanto para la familia de Duggan como para la población y la Policía, esclarecer la muerte del joven, ocurrida el jueves de la semana pasada. "Entendemos que es frustrante tener que esperar los resultados de la investigación, pero es importante que sea completa y meticulosa", según la nota.
La IPCC ha determinado que la bala alojada en la radio de uno de los coches patrulla y que se atribuyó inicialmente a Duggan corresponde con el subfusil de alguno de los agentes, a la espera de que este dato sea confirmado mediante análisis posteriores.
Asimismo, la comisión establece inicialmente que el arma localizada en el lugar de los hechos no fue disparada durante el tiroteo, aunque los servicios forenses no han podido confirmar este punto al cien por cien.
