Agentes cubanos empujaron ayer a una treintena de Damas de Blanco y las subieron a la fuerza a dos autobuses para impedir su marcha por suburbios de La Habana, en protesta por el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 disidentes ocurrido en 2003.
Laura Pollán, portavoz del grupo disidente, declaró que el autobús la trasladó hasta su casa y calificó lo ocurrido como un "secuestro", porque fueron "obligadas".
También la organización Amnistía Internacional (AI) pidió ayer a las autoridades cubanas que revoquen las leyes que restringen la libertad de expresión, reunión y asociación en el país, y que liberen a los disidentes detenidos injustamente por las autoridades.
En un comunicado divulgado ayer en Londres, la organización humanitaria señaló que pidió al presidente cubano, Raúl Castro, que permita la observación independiente de la situación de los derechos humanos en Cuba por expertos de la ONU.
La petición se hizo antes del séptimo aniversario de la detención de 75 disidentes cubanos, alrededor del 18 de marzo de 2003, pero de estos arrestados, 53 todavía continúan privados de libertad, añadió AI.
Amnistía Internacional destacó también el caso de Orlando Zapata Tamayo, arrestado en marzo de 2003, que murió el 22 de febrero de este año después de pasar varias semanas en huelga de hambre como medida de protesta por las condiciones de reclusión y la persecución.