La Policía Nacional ha desarticulado una banda itinerante que supuestamente asaltó tres establecimientos comerciales de Sevilla y ha detenido a tres personas, dos de ellas in fraganti mientras robaban en el interior de un local. Según informa en un comunicado, los arrestados se desplazaban desde Madrid hasta el barrio sevillano de Los Remedios, donde asaltaban locales comerciales, todos ellos ubicados en la misma calle. Además, contaban con una amplia variedad de herramientas que utilizaban para acceder a los inmuebles como inhibidores de radiofrecuencia, extractores de cerraduras, cizallas y llaves entre otros instrumentos. Las primeras pesquisas tuvieron lugar tras varios robos a establecimientos comerciales en la misma calle, por lo que las primeras tareas policiales estuvieron encaminadas a determinar el modus operandi utilizado por los delincuentes para, no solo trazar un operativo en función de las características de los hechos delictivos, sino también determinar la implicación de éstos en otros robos cometidos en la misma zona. Los tres presuntos integrantes de este grupo itinerante, ahora detenidos, actuaban de una forma coordinada y previamente planificada. Se desplazaban desde Madrid, ciudad donde residían, hasta Sevilla donde se dedicaban a localizar locales que, por sus especiales características o vulnerabilidad, fueran idóneos para cometer un robo. Una vez elegido el objetivo, trazaban un plan que consistía en determinar el momento oportuno --siempre de madrugada--, así como la elección de las herramientas y útiles necesarios para fracturar la entrada al inmueble. Además planificaban también con antelación el rol que debían desempeñar cada uno de ellos. De esta forma, mientras uno esperaba en un vehículo, ubicado en una posición estratégica realizando labores de vigilancia, los otros dos entraban por la fuerza en los locales cerrados al público y robaban los artículos de valor que se encontraban a su paso. Entre los efectos sustraídos destacaban material de oficina o productos que se encontraban en los stands de venta, tales como smartphones, tablets o artículos para móviles. Una vez perpetrados los robos y con el botín ya en su poder, regresaban a Madrid, donde se repartían los beneficios ilícitos para su venta en el mercado ilícito.