La Policía tardó ayer sólo unas horas en descartar la participación en la muerte de Marta del tío de Samuel al que Miguel había identificado en fotos por la mañana, señalándolo como quien había prestado el coche a Samuel y El Cuco para que se deshicieran del cadáver. El hombre acudió a declarar y fue puesto en libertad sin cargos.
Miguel Carcaño estuvo en el juzgado apenas diez minutos, ya que señaló al tío de Samuel al que se había referido en su última declaración en cuanto le pusieron delante un álbum en el que la Policía había mezclado un centenar de fotos, algunas de familiares de Samuel y otras de personas que no tienen ninguna relación con el caso, para evitar que el principal sospechoso del crimen apuntara a alguien al azar, según explicaron fuentes del caso.
Aunque en las imágenes el tío de Samuel Benítez llevaba el pelo más largo que cuando Miguel lo conoció, ya que entonces acababa de raparse, el joven lo señaló con rapidez como el propietario del Opel Astra de color burdeos al que se refirió en su última declaración judicial, en la que volvió a relatar que había matado a Marta golpeándola con un cenicero en la cabeza; pero esa vez negó su versión inicial en la que él mismo habría ayudado a arrojar el cuerpo al río, y afirmó que fueron sus amigos los que se llevaron el cadáver en el vehículo de esta persona, de quien dijo no haber hablado antes por miedo, ya que era alguien peligroso, vecino de las Tres Mil Viviendas, y lo había amenazado.
Pero este pariente, que también responde al nombre de Miguel como ya había indicado Carcaño en su día, no tiene coche y vive en el Polígono San Pablo.
Samuel fue llevado a continuación ante el juez de Instrucción 4, Francisco de Asís Molina, y confirmó que esta persona era familiar suyo, primo de su padre. Sin embargo, negó la historia de Miguel y se reafirmó en que había pasado en Montequinto la noche del crimen y ni siquiera se había acercado al piso de la calle León XIII en el que se produjo el crimen, y por tanto no tuvo nada que ver ni con el crimen ni con el posterior traslado del cadáver.
Samuel, que declaró durante 45 minutos -la de ayer fue la comparecencia judicial más corta de todas las realizadas por los imputados-, agregó que Miguel conocía a este familiar suyo porque había coincidido con él tomando unas copas un par de veces, en la Velá de Triana y en un pub. Añadió que desconoce si tiene coche.
La Policía Nacional llamó a declarar por la tarde a este pariente, en calidad de testigo. El hombre compareció voluntariamente y sus explicaciones convencieron al Grupo de Menores de que "no tiene nada que ver" con el crimen ni con la desaparición del cuerpo, por lo que quedó en libertad sin necesidad de pasar siquiera a disposición judicial.
La comparecencia de Miguel y Samuel en los juzgados concitó la presencia, como es habitual, de decenas de personas que los insultaron y les pidieron que dijeran dónde está escondido el cuerpo de Marta mientras eran trasladados por la Policía al Palacio de Justicia. Ante los gritos de la gente, Samuel levantó la cara para mirarlos directamente a la vez que negaba con la cabeza. Miguel, que en esta ocasión acudió sin afeitar y con barba de varios días, pasó ante estas personas cabizbajo, como es habitual en él.
El juez ordena que Samuel continúe en prisión. Samuel Benítez seguirá en prisión, ya que el juez del caso ha vuelto a denegarle la libertad provisional que había solicitado su abogado, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La defensa del joven ha pedido varias veces su salida de la cárcel hasta que se celebre el juicio, alegando que el delito de encubrimiento supondría un condena máxima de tres años de cárcel y el de profanación de cadáveres hasta cinco meses, por lo que "a la vista de la pena máxima prevista, la medida más apropiada es la libertad", según el recurso presentado al juez. Su abogado mantenía que los delitos que se le imputan no justifican los ocho meses que lleva encarcelado, ya que está en prisión desde el 17 de febrero.
Sin embargo, la acusación particular, que ejercen los padres de Marta, también se volvió a oponer a la petición de libertad argumentando que debe mantenerse la prisión por las "connotaciones especiales del caso" y por el riesgo de fuga y de alteración de pruebas que se corre si Samuel queda libre.
Su situación contrastará dentro de poco más de un mes con la del menor implicado en el caso, conocido como El Cuco. Está imputado por los mismos delitos, pero el 16 de noviembre saldrá del centro de menores en el que se encuentra recluido al haber alcanzado el tiempo máximo de internamiento que prevé la Ley del Menor, que es de nueve meses -seis más una prórroga de otros tres-. La Fiscalía ya ha anunciado que solicitará que no quede completamente libre, sino que viva en un piso tutelado por monitores.
