Es uno de los traficantes de hachís más conocidos del mundo. Dice tener más millones de euros que años y el pasado mes de diciembre logró fugarse de una cárcel marroquí sobornando a los funcionarios. Ayer, la Policía Nacional detuvo en Ceuta a Mohamed T.A., El Nene.
El narcotraficante arrestado cumplía una condena de ocho años de prisión por tráfico de estupefacientes en la cárcel marroquí de máxima seguridad de Kenitra. Ocho funcionarios a los que había sobornado le ayudaron a escapar y ya han sido condenados por estos hechos a penas de entre dos meses y dos años por la Justicia marroquí.
El Nene fue detenido por agentes de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta, en colaboración con el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Judicial cuando circulaba en el automóvil propiedad de un hermano.
Sus negocios con las drogas desde la adolescencia le han proporcionado una gran fortuna, que podría superar los 30 millones de euros. De hecho, el detenido se ha jactado en varias ocasiones de "tener más millones que años".
En la cárcel de Kenitra disfrutaba de numerosos beneficios penitenciarios, comprados gracias al soborno de los agentes que le custodiaban. Este preso disponía de tres celdas para su uso particular con los últimos avances tecnológicos y de comunicaciones: tenía instalado aire acondicionado, televisión de plasma, DVD y ordenador portátil con acceso a internet, entre otras comodidades.
Esa posición privilegiada, que obtenía en la cárcel a través del soborno, fue la causa de que su fuga no fuera conocida hasta días después, cuando una nota anónima denunciaba que El Nene no estaba encerrado en el centro penitenciario desde hacía una semana. Al conocer la evasión, las autoridades marroquíes dictaron el 18 de diciembre pasado una orden internacional de detención por evasión, corrupción y complicidad, que fue tramitada vía Interpol. Esta reclamación figuraba a nombre de una de las supuestas identidades del fugitivo, por lo que para su identificación, tras su detención en Ceuta, ha sido necesario un informe pericial con las huellas dactilares que demostraran que el detenido, que llevaba documentación con otra identidad, era realmente la persona reclamada por las autoridades de Marruecos. De la cárcel de alta seguridad de Kenitra, situada a unos 40 kilómetros al norte de Rabat, también se fugaron el pasado 7 de abril nueve presos integristas, condenados por los atentados terroristas de mayo de 2003 en Casablanca.
La carrera delictiva de El Nene comenzó ya en la adolescencia, donde la Policía y la Guardia Civil le perseguían, primero, por las calles de Ceuta y luego, con helicópteros y barcas rápidas cuando huía en potentes planeadoras repletas de resina de cannabis.
