ETA ha perdido en lo que va de año más de una tonelada de explosivos en las operaciones realizadas por las fuerzas de seguridad españolas y francesas. En la última, que todavía sigue abierta, se han decomisado casi 500 kilos de explosivos y siete bombas-lapa ya preparadas.
Según Interior, las operaciones de este año en suelo francés y español han permitido el desmantelamiento de buena parte de la estructura logística de la banda terrorista, con la localización de una decena de depósitos y la incautación de numeroso material. En total y entre el material incautado en lo que va de año, figuran 990 kilos de nitrato amónico, 60 de cloratita, más de 35 de polvo de aluminio, casi 30 de pentrita, 15 de dinamita, una decena de bombas-lapa, más de 250 detonadores, un centenar de temporizadores, unos 1.000 metros de cordón detonante y numeroso material electrónico con el que se podrían haber fabricado decenas de artefactos de todo tipo. A esto se suman 30 armas cortas, un subfusil, más de 5.000 cartuchos y abundante documentación con instrucciones sobre armas y explosivos.
De hecho, sólo en la operación que se inició el 19 de agosto con la detención de tres responsables de la logística de ETA, se han localizado hasta el momento siete zulos con armas y explosivos, según ha informado el Ministerio del Interior.
Fuentes de la investigación han señalado no obstante que las fuerzas de seguridad todavía no han accedido al interior del séptimo zulo localizado el viernes y que lo podrían hacer en las próximas horas o ya el lunes. La Comisaría General de Información de la Policía Nacional y la Subdirección Antiterrorista (SDAT) francesa mantienen abierto el operativo que, por el momento, ha permitido intervenir casi 500 kilos de explosivos, siete bombas-lapa preparadas y a falta de explosivo, 17 armas cortas, 4.500 cartuchos y diversos componentes para la fabricación de artefactos.
Entre ellos, 500 metros de cordón detonante y 138 detonadores, así como gran cantidad de material electrónico y manuales de instrucciones para su uso que habrían permitido la fabricación de decenas de bombas-lapa, además de herramientas y otros utensilios.
Así, al material incautado esta semana en Francia se une el hallado en otras tres operaciones en el país galo, como la desarrollada en abril en Grenoble, donde ETA escondía en un garaje más de 500 kilos de nitrato amónico y polvo de aluminio, 20 litros de agua oxigenada y diverso material para realizar atentados.
Posteriormente, en junio, las fuerzas de seguridad francesas encontraron un zulo en Pindères con 80 litros de nitrometano, 60 de cloratita, 24 de polvo de aluminio, 4,5 de pentrita, 170 metros de cordón detonante, una bomba-lapa, un centenar de temporizadores, 12 armas cortas, un subfusil y 650 cartuchos. Días después, otro zulo fue localizado en Castelnau-de-Montmiral, donde ETA escondía 3 kilos de pentrita, cordón detonante, 114 detonadores y 23 temporizadores, 21 de ellos podían ser programados para un año.
Mientras, entre las operaciones más destacadas en España se encuentra la del 23 de junio en Guipúzcoa con la detención de tres presuntos etarras. Los registros posteriores en Usurbil, Lasarte, Astigarraga y San Sebastián permitieron la incautación de 65 kilos de nitrato, 10 de polvo de aluminio, 25 metros de cordón detonante y distintos utensilios para la confección de artefactos.
Además, el 5 de junio se halló en unas obras en Cercedilla (Madrid) un zulo de ETA que, según la Guardia Civil, escondía una pistola, tres cargadores y un silenciador, así como un kilo de nitrato amónico, cuatro detonadores y dos sistemas utilizados para fabricar bombas-lapa. En enero, la Policía había encontrado 15 kilos de dinamita titadyne escondidos en Zegama (Guipúzcoa).
