Algunos de los gallos se encontraban "demacrados" y con heridas, presumiblemente, sufridas durante la celebración de peleas. Entre los animales incautados, se encuentran también siete palomas, seis gallinas y un conejo. Estos animales, que fueron enviados a centros de acogida situados en diferentes provincias andaluzas, se encontraban en jaulas artesanales situadas en las azoteas no transitables de seis bloques de esta barriada, en concreto en la calle Cigüela, según informó la Policía Local.
En total, entre jaulas y basura, fueron aproximadamente 22.000 los kilos retirados durante la operación, en la que colaboraron distintos departamentos municipales, tales como el Parque Zoosanitario, los Servicios Operativos o Limasa, además de los operarios de un camión contratado para esta operación.
Los hechos fueron denunciados ante la Delegación Provincial de Agricultura de la Junta, que es la competente para los procedimientos relacionados con los gallos de pelea, considerados legalmente como animales de renta. La Ley 11/2003 de Protección de Animales de Andalucía prohíbe mantener a los gallos en instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitaria, así como en recintos no controlados.