De película, pero real y con final feliz. En la tarde del pasado lunes, 1 de febrero, se produjo un suceso insólito en Umbrete. Tal y como informaron ayer fuentes del Ayuntamiento aljarafeño, en una zona situada todavía dentro del casco urbano de la localidad pero muy próxima a la salida hacia Benacazón tuvo lugar un intento de secuestro que fue abortado por la Policía Local gracias al rápido aviso de las personas que se encontraban en la zona.
Los vecinos observaron cómo dos personas, al parecer encapuchadas -fuentes de la Guardia Civil aseguraron que llevaban la cara pintada- pretendían introducir por la fuerza en un vehículo a una tercera persona.
De inmediato avisaron a la Policía Local de Umbrete cuyos agentes, que debían estar cerca del lugar del suceso, llegaron allí tan rápidamente que consiguieron cortar la huida del coche en el que pretendían secuestrar a una persona. Según indicaron fuentes municipales, el vehículo llegó a arrancar por lo que fue necesario que los agentes sacaran sus armas reglamentarias para frenar la huida.
Cuando los policías municipales liberaron al secuestrado, que había intentado zafarse de los captores, éste fue identificado como apoderado de una entidad bancaria, indicaron desde la Benemérita, reside en un municipio el Aljarafe pero no en Umbrete, donde había ido a realizar unas gestiones.
Al parecer, los presuntos secuestradores, que según la Guardia Civil son dos delincuentes de poca monta de Mairena del Aljarafe, lo conocían y llevaban tiempo siguiéndolo con el fin de lograr un dinero fácil.
Las mismas fuentes afirmaron que se trata de delincuentes conocidos, que podrían tener algunos antecedentes por robos menores y que, al no tener trabajo conocido, pretendían hacer caja.
Al hospital. La víctima, cuya identidad no ha sido dada a conocer, tuvo que ser trasladada hasta un centro hospitalario de la comarca para que fuera atendida del ataque de ansiedad que sufrió debido a la situación traumática provocada por el sorpresivo intento de secuestro.
Las dos personas detenidas, dos varones, portaban en el momento de la detención un arma de plástico y una escopeta de plomillos, así como un arma blanca de gran tamaño que les fue incautada por los agentes.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la Guardia Civil, en cuyo cuartel de la localidad pasaron las primeras 72 horas. Tras ser puestos a disposición judicial, ayer entraron en prisión.
