El pasado sábado 25 de octubre un joven moría atropellado cuando estaba haciendo una botellona en Carrero Blanco. Una semana después, el marcaje policial evitó que los jóvenes se concentraran en esta zona de Los Remedios. En el resto de la ciudad, la botellona se reduce a los puntos permitidos.
La Avenida de Ramón de Carranza y de Carrero Blanco ha sido siempre un punto habitual de botellona, en la que suelen reunirse grupos de jóvenes que no alcanzan la mayoría de edad. Fue precisamente allí, donde el pasado 25 de octubre un menor de 17 murió atropellado al huir de una pelea originada en una botellona. Una semana después, la presencia de la Policía Local evitó que las concentraciones de jóvenes en la zona.
A la una y cuarto de la madrugada de ayer la imagen que presentaba Carrero Blanco era la de una avenida desierta. Sólo algún coche que otro evitó la acción de la Policía, ocultándose en la oscuridad del solar de la Feria, y uno sólo se atrevió a ponerse en la Glorieta de las Cigarreras. La estrategia de la Policía Local fue la previsión, como ocurre en la Alameda desde la entrada en vigor hace dos años de la Ley Antibotellona. Así la sola presencia de los agentes, que estuvieron controlando la zona desde antes de las once de la noche, evitó que las concentraciones, ya que la Policía iba disuadiendo a los grupos que llegaban con sus bolsas dispuestos a hacer su botellona. Una vez que el dispositivo se disolvió, la Policía rondó las zonas varias veces.
Donde si se mantuvo el dispositivo, como ya es habitual, fue en la Alameda. A las 0.30 horas de la noche dos patrullas estaban controlando la zona, a la espera de que otras dos, dedicadas al control de la botellona de forma itinerante, llegaran a la hora de cierre de los bares. Allí, todo estaba tranquilo, ya que era únicamente en la puerta de los bares donde se concentraba la gente. La única incidencia que habían tenido fue por unos jóvenes que intentaron hacer una candela en la puerta de la Casa de las Sirenas, pero desistieron.
Al otro lado del río, en la Cartuja, la botellona no está prohibida. De hecho, la Policía Local sólo pasa por allí sin disuadir a nadie, lo que provoca que muchos jóvenes opten por este lugar en las proximidades de discotecas como el Anthique y Emporio. Sin embargo, el lugar por excelencia de la botellona se lo lleva Tablada, junto a la discoteca Amber Music Club, donde incluso la aglomeración de vehículos hace que los 'gorrillas' se desplacen hasta allí para hacer negocio entre coches discotecas con la música al máximo.
En el resto de la ciudad, los grupos, siempre de poca gente, se van buscando zonas alejadas de los controles policiales, aunque casi a las dos de la mañana algunos se atrevieron en el entorno del Bar Chile, pero la Policía Local, acompañada de la Nacional, les retiró las botellas y les multaron. En el entorno de la Buhaira tampoco se registraron problemas de botellona, sólo una incidencia con una persona ebria que tuvo que ser atendida por una ambulancia pasadas las dos de la madrugada.
