La Policía Local formará parte de la comisión municipal contra el absentismo escolar, constituida esta semana, y para ello el Ayuntamiento ha tenido que cederle atribuciones que hasta ahora no eran de su competencia. El protocolo que ha diseñado el Consistorio para prevenir y erradicar el absentismo en las escuelas permitirá a los agentes municipales ordenar de oficio a las familias que escolaricen a sus hijos, en caso de que estos no estén matriculados en ningún colegio de la ciudad. El absentismo total es un caso extremo que suele registrarse más en estratos sociales muy bajos, como familias inmigrantes que acaban de asentarse en Sevilla o niños que viven en entornos más castigados, como los asentamientos chabolistas.
En estos casos, la Policía Local entregará a las familias un "requerimiento" para la escolarización del menor y dará un plazo de cinco días a los padres para matricular a su hijo en un centro. Esto podrán hacerlo a expensas de cualquier colegio, "aunque los agentes contarán con la suficiente información sobre la zona escolar para orientar a las familias en qué colegio hay plaza para su hijo", explica Antonio Delgado, jefe de la unidad de contacto ciudadano, integrada ahora en la comisión local de absentismo.
En caso de que el colegio o los servicios sociales sean quienes localizan a un menor nunca escolarizado, la Policía intervendrá a instancias del profesorado. Si los padres incumplen el plazo fijado en el requerimiento, los agentes presentarán un atestado policial y derivarán el caso a la Fiscalía de Menores, que juzgará el absentismo como un delito de abandono familiar, castigado con sanciones económicas leves, pena de cárcel y la retirada de la patria potestad del menor. "Es una competencia que antes no teníamos y que a algunos agentes les daba reparos. Pero el protocolo de absentismo deja muy clara nuestras atribuciones", dice Delgado.
El papel de la Policía Local en casos de absentismo escolar presentaba ciertos problemas de competencias, porque hasta ahora se encargaban la Policía Nacional y la autonómica. La relación de los agentes municipales con la educación se limitaba a prevenir el menudeo a las puertas de los colegios, regular el tráfico en el acceso a las escuelas y dar charlas a los alumnos sobre seguridad vial. En cambio, la Policía Nacional tiene más experiencia en colaborar con los colegios de zonas como Sur, El Vacie y Macarena, donde a menudo intervienen para buscar a los niños absentistas, devolverles a clase y tratar con familias y profesores, sobre todo en situaciones de riesgo de exclusión social...
La unidad de contacto ciudadano, que ahora cuenta con tres agentes, podría ampliarse a 13 miembros si finalmente el Ayuntamiento decide crear un grupo específico de policías destinado a prevenir el absentismo. La comisión municipal de absentismo se divide en 13 subcomisiones, cada una formada por un grupo de profesores, ONGs, servicios sociales y agentes de Policía que deben coordinarse con los colegios de sus respectivos distritos. Lo que todavía no está claro es cómo se articulará el trabajo de la Policía, porque la negociación sobre la relación de puestos de trabajo (RPT) lleva un año estancada. El área de Seguridad se inclina por crear un grupo específico con 13 agentes de enlace, uno para cada subcomisión, pero los sindicatos de la Policía recelan por varias razones. Una de ellas era la falta de competencias, que ya se ha solucionado. La otra es el exceso de trabajo. La alternativa sería usar a los mandos de distrito, pero en Sevilla hay seis comisarías y 13 zonas escolares municipales, de modo que seguirían necesitando más personal. "Está previsto que se aumente la plantilla en las comisarías que se ocupen de zonas con más absentismo", dice Delgado. El Consistorio debe cerrar la plantilla antes de final de curso, porque en septiembre los agentes que vayan a formar parte de la comisión de absentismo recibirán cursos de formación de fiscales, servicios sociales, de Educación y de la Policía Nacional.
Un vínculo «esencial» entre la escuela y las calles
"La comisión local de absentismo va a ser un vínculo fundamental entre los colegios, las familias y las calles". La delegada de Educación en el Ayuntamiento, Esther Gil, está convencida de la necesidad de crear un órgano municipal que prevenga las faltas de niños de 6 a 16 años en los colegios. La Consejería de Educación y los centros escolares llevaban más de cinco años reclamando al Consistorio que pusiera en marcha un órgano que está regulado en una norma regional y que es obligatorio. Sevilla capital ha creado su comisión años después de que muchos pueblos de la provincia ya lo hubieran hecho. La mayor aportación de la comisión es el protocolo que describe cómo deben coordinarse profesores, servicios sociales, ONGs y policías cuando desaparece un alumno sin justificar. El absentismo surge cuando un alumno de Primaria falta cinco días al colegio, o cuando uno de ESO pierde el 25% de días lectivos. Lo que le falta a la comisión es haber hecho un diagnóstico a priori del absentismo intermitente de las 13 subzonas. En algunos distritos, las faltas rondan el 10% y en otros llegan al 25%.
