Las fuerzas de seguridad no temen que la celebración del día de la Hispanidad se vaya de las manos por ataques de la ultraderecha, como alegó el Ayuntamiento para suspender el acto que cada año acoge la Catedral el 12 de octubre. El PP criticó la decisión, que el Gobierno justifica por "responsabilidad".
"No se espera nada diferente a otros años", responden distintas fuentes de la Policía Nacional y Local consultadas tras la repentina suspensión del acto religioso con el que se conmemora la Hispanidad. El Consistorio anuló el Te Deum aludiendo a una recomendación de la Policía Local, aunque es la Nacional la encargada de mantener a raya a los grupos de ultraderecha.
Y ésta no tiene ningún dato que alerte de una radicalización de la cita que cada año celebran este día. Es en la plaza Virgen de los Reyes, a mediodía -hora y media después del acto de la Catedral- y se controla con un discreto dispositivo de vigilancia porque "nunca" ha habido desmanes.
La Catedral ratificaba ayer que ningún año ha habido incidentes en el templo este día. Los últimos episodios violentos de derechistas en Sevilla se han dado en situaciones radicalmente distintas, al enfrentarse con grupos de izquierdas en actos de estos últimos, como manifestaciones o charlas. Lo que teme el Consistorio es que, tras la de ultraderecha, una posterior convocatoria antifascista pueda encender la llama, según detalló ayer la portavoz municipal, Maribel Montaño.
Pero la Policía Local no maneja informes que alerten del peligro, salvo que algún comentario verbal pueda haber hecho pensar al alcalde que habría riesgo de insultos o intentos de provocar desórdenes ante la presencia de la corporación en la Catedral.
De hecho, de todas las convocatorias que se celebran en Sevilla para celebrar la Hispanidad, la de la Catedral es de las que tienen una repercusión más baja, pese a llevar décadas celebrándose -45 años, según algunas fuentes-. Extraña que se haya considerado difícil de controlar cuando, por ejemplo, la Guardia Civil celebra hoy mismo un concurrido acto público.
El Partido Popular criticó ayer la anulación "de forma unilaterial y sorpresiva". El concejal Gregorio Serrano dijo que su grupo está "indignado" porque es un acto oficial del Ayuntamiento, al que acuden los ediles -el alcalde los había convocado por escrito- y el cuerpo consular hispanoamericano, "por lo que no se trata de un acto menor". Y aún si existiera riesgo, Serrano estimó que "la obligación del alcalde es no ceder ni al chantaje ni a la presión de nadie y garantizar con los medios policiales" su celebración.
