La familia de Marta del Castillo tuvo que vivir ayer uno de los momentos más duros del juicio al menor de edad, ya que tuvieron que ver las fotografías del lugar en el que se cometió el crimen: la habitación de Miguel Carcaño en el piso de León XIII. Allí fue dónde la Policía localizó restos de manchas de sangre en tres puntos: la colcha de la cama, en el escritorio y bajo la silla del ordenador. Los agentes que llevaron a cabo las inspecciones oculares declararon en la quinta jornada del juicio, en la que, además, se expusieron las diapositivas con las pruebas encontradas y que evidencian que el crimen se cometió en el dormitorio. Además, también se localizaron restos de sangre en una puerta del vehículo de la madre del Cuco, aunque los análisis no pudieron determinar si era de Marta.
Los policías recabaron las pruebas en dos inspecciones: una que se realizó a mediados de febrero, tras la detención de Miguel, y otra el 17 de marzo cuando éste cambió su declaración para confesar que él y el Cuco habían violado a Marta. Ayer, en el juicio, explicaron que la sangre estaba muy diluida, ya que la habitación había sido limpiada, pero aún así tienen la certeza de que los restos encontrados son de sangre, porque es el único elemento que reacciona ante la bencidina y el luminol, sustancias empleadas cuando las manchas no se ven a simple vista. Estos agentes, que pertenecen a la Policía Científica, se encargaron sólo de recoger las muestras, pero los análisis posteriores -cuyos resultados serán ratificados en el juicio la próxima semana- determinaron que la sangre era de Marta. Además, en uno de los puntos, en concreto bajo la silla del ordenador, los restos biológicos de la joven estaban mezclados con los del Cuco. De todos estos restos se mostraron diapositivas con las localizaciones de las manchas en la habitación de Carcaño.
En el coche de la madre del menor, los agentes también localizaron restos de una mancha de sangre, que al igual que la anterior también estaba diluida, en una goma de la puerta trasera izquierda. A preguntas de la acusación particular, los policías explicaron que se debía a que el vehículo había sido limpiado. Un extremo que el Cuco reconoció en la primera jornada del juicio -lo lavó junto con Samuel Benítez, también imputado- y en declaraciones anteriores, pero que aseguró que se debía a otros motivos y no porque hubieran trasladado el cuerpo allí. Sin embargo, en sus primeras declaraciones policiales tanto Miguel como Samuel y el Cuco admitieron que usaron el Wolkswagen Polo blanco propiedad de la madre del menor, que éste solía conducir pese a tener entonces 15 años. La noche del crimen todos dijeron que envolvieron a Marta en una manta y que Samuel fue el que llevó el coche hasta la pasarela de Camas, desde donde la lanzaron al río. Para la abogada que representa a los padres de Marta en este juicio, Inmaculada Torres, estas pruebas corroboran los delitos de los que se les acusa al Cuco (asesinato y dos violaciones). "La sangre demuestra exactamente que hubo un episodio violento en la habitación de Miguel. Si se van uniendo cabos, son indicios todos de que en la habitación hubo un episodio violento y que el traslado se hizo en este coche", señaló a los periodistas al término de la sesión.
Asimismo, ayer declararon tres policías que participaron en los interrogatorios al menor, que insistieron en que no fue presionado para que confesara. Primero se declaró inocente, pero luego acabó contando su participación sin que ningún agente le amenazara con que irían a por su madre, como dice el Cuco.
Por otro lado, el padre de Marta, Antonio del Castillo, se mostró satisfecho con la jornada de ayer porque "todo va según dijo la Policía y se está viendo la implicación de cada uno de los imputados". El juicio se reanudará el miércoles con los testimonios de los amigos de Marta.
Carcaño vuelve hoy ante el juez que instruyó el caso
Miguel Carcaño será de nuevo hoy el protagonista, ya que ha sido citado por el Juzgado de Instrucción número 4 para notificarle el nuevo auto de procesamiento tras el cambio del procedimiento de jurado a sumario, y para prorrogarle la prisión preventiva, ya que el 16 de febrero cumple dos años en la cárcel. En la jornada de descanso del juicio al menor, los cuatro adultos implicados en el crimen tendrán que comparecer ante el juez que instruyó el caso, Francisco Molina, ya que éste debe ahora adecuar el proceso tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de que los adultos sean juzgados por un tribunal profesional.
Así, además de Carcaño, hoy están citados Samuel Benítez; el hermano de Miguel, Javier Delgado, y su novia, María García. El juez también llevará a cabo la denominada declaración indagatoria, un trámite en el que se le pregunta a los procesados si tienen algo más que añadir antes de dar por cerrada la investigación. De ahí que la familia de Marta conserve la esperanza de que alguno confiese dónde está el cuerpo de su hija. Asimismo, el magistrado prorrogará otros dos años la prisión a Miguel a la espera de que se celebre el juicio.
