Local

"La política energética del Gobierno es un caos"

El secretario general en España de WWF, Juan Carlos del Olmo, denuncia que "la política energética del Gobierno es un caos" coincidiendo con el 50 aniversario de la fundación y la celebración de la Cumbre sobre Cambio Climático en Cancún.

el 08 dic 2010 / 19:31 h.

TAGS:

El secretario de WWF España, Juan Carlos del Olmo, se define como "un ecologista vocacional".
-->--> -->

-El movimiento ecologista parece estar asentado en España. Pero ¿qué revulsivo necesita para seguir creciendo?

-Tenemos que profesionalizarnos, buscar mensajes que conecten con la gente joven, retomar la educación ambiental y crear puentes con las empresas; con unas porque son reticentes y eso las hace muy interesantes, y otras porque pueden ser grandes aliadas en el cambio.

-Por esas alianzas hay quien acusa a WWF España de colaboracionista. ¿Qué le diría a las voces críticas?

-Que no podemos quedarnos en la denuncia y en la crítica, tenemos que hablar y avanzar con las empresas para cambiar las cosas. Yo me tengo que sentar a hablar con el presidente de Pescanova porque es un actor global, y cada coma que mueva en su política cambia el mundo. Además, cuando una empresa líder da un paso en favor del medio ambiente, todas las demás la copian.

-¿Cómo ve el perfil ambiental del Gobierno?

-Muy bajo. Ha habido un parón en todas las áreas ambientales. Las acciones reales no se corresponde ni con el discurso del presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero ni con lo que se hizo en la primera Legislatura.

-¿Qué le parece la nueva ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar?

-La primera toma de contacto ha sido muy positiva, muy abierta, muy de reconocer el papel de las organizaciones ecologistas, pero para lo que le hemos planteado no basta con buenas palabras.

-En este panorama, ¿cómo ve el nacimiento de un partido verde como Equo? ¿Se plantea formar parte de él?

-España se merece un partido verde, fuerte y bien organizado, como lo hay en otros países de la Unión Europea o América Latina. Yo, de momento, me veo más en el movimiento ecologista que en un partido.

-¿Piensa que la ministra Aguilar está dispuesta a comprometerse en la lucha contra el cambio climático?

-Lo primero que le hemos pedido es que haga un anuncio público del compromiso de apoyar un 30% de reducción de emisiones como han hecho ya otros países, como Reino Unido o Alemania. No entendemos que siga dilatando eso.

-¿Hace falta en España un pacto de Estado en materia de cambio climático?

-Absolutamente. Es una amenaza enorme y cualquier medida seria que tomes tiene que ser continuada por los siguientes gobiernos, sobre todo en materia energética. Creo que hace falta una Ley de Cambio Climático que permita un recorrido a largo plazo y que los compromisos se mantengan.

-¿Qué opinión le merece la política energética que lleva a cabo el Gobierno?

-Pienso que es un caos. Hay una enorme falta de visión sobre el futuro energético del país, que fundamentalmente afecta a las renovables. En la primera Legislatura existió esa visión, pero eso se acabó cuando el Gobierno empezó a hacer caso de las presiones de algunos sectores que quieren seguir estirando el chicle de la energía nuclear, del carbón y del petróleo, que no quieren que nada avance.

-¿Qué espera de la Cumbre del Clima (COP16) que se clausura mañana en Cancún?

-Que los políticos estén a la altura de las circunstancias y devuelvan a la gente la ilusión perdida en la cumbre anterior, celebrada en Copenhague. De Cancún debería salir un acuerdo firme para frenar la deforestación, y otro sobre cómo se va a transferir el dinero para que los países en vías de desarrollo se adapten al cambio climático.

-¿Cuáles cree que han sido los logros y las decepciones de este Año Internacional de la Biodiversidad?

-El principal logro es que la sociedad ha tomado conciencia de que cuando hablamos de proteger la biodiversidad hablamos de los cimientos de nuestra economía y nuestra calidad de vida. También de entender que los ecosistemas están al límite. La decepción es que los acuerdos adoptados son totalmente insuficientes para frenar la pérdida de biodiversidad en el mundo.

  • 1