Menú
Local

La portada de la Feria de Abril lucirá bombillas por última vez

Se acabó el derroche: éste es el último año en que la portada de la Feria lleva bombillas. Desde 2009, si hay que creer en las fechas que da el Ayuntamiento, las gastosas luces serán sustituidas por diodos: las mismas pequeñas células luminosas que se usaron para decorar las calles durante la Navidad.

el 14 sep 2009 / 23:32 h.

TAGS:

Se acabó el derroche: éste es el último año en que la portada de la Feria lleva bombillas. Desde 2009, si hay que creer en las fechas que da el Ayuntamiento, las gastosas luces serán sustituidas por diodos: las mismas pequeñas células luminosas que se usaron para decorar las calles durante la Navidad.

Si en algo se nota que el Ayuntamiento ha empezado a ahorrar energía es en la agencia de la ídem, donde sólo hay un becario y la directora, Cristina Vega. Un organigrama cuando menos exiguo, para tratarse del buque insignia de la nueva (y premiada en Europa por sostenible) política local. Con todo, Cristina Vega no se desanima y anuncia una revolución que va a traer meses de polémica y muchos vatios ahorrados y que cambiará de cabo a rabo el aspecto de una de las grandes fiestas sevillanas: fuera bombillas incandescentes en la Feria de Abril. Este año, por lo pronto, varios tramos de la explanada y toda la Calle del Infierno estrenarán reductores de potencia y lámparas halógenas, y para el que viene se dirá adiós al dispendio de esas portadas con 22.000 bombillas: en su lugar se instalarán diodos ("tal vez el doble", comenta la directora de la Agencia Local de la Energía), que harán el gasto insignificante.

De momento no se han echado números acerca de la economía que esto supondrá en luz y en contaminación (habrá que esperar a que se reúnan todas las instancias municipales interesadas y se concreten todos los cambios, cosa que sucederá en unos meses), aunque sí se sabe que las restricciones acordadas ya para este 2008 supondrán un 12% menos de gasto en electricidad. Y eso, sólo apagando las luces una hora antes (a las dos y media de la madrugada), espaciando más las bombillas de la portada (lo que conllevará la eliminación de una quinta parte) y reduciendo la potencia en las confluencias.

Noches blancas.

Más cambios radicales: según Cristina Vega, en esta misma legislatura (o sea, de aquí a tres años) se completará la sustitución de todo el alumbrado público por lámparas halógenas. Eso significa que la noche sevillana perderá su actual tono amarillento, tan de parque decimonónico, para ser blanca. Cualquier sevillano interesado en apreciar la diferencia puede colocarse en la plaza de Don Juan de Austria y comprobará el contraste entre San Fernando, iluminada con los nuevos criterios de eficiencia energética, frente a los jardines del Rectorado y las farolas del Prado.

"Todo esto es necesario porque, a día de hoy, Sevilla necesita para abastecer su consumo una superficie productiva equivalente a cuatro veces su territorio. Eso significa que a alguien se lo estamos quitando." Cristina Vega no tiene el poder absoluto para decidir cuándo se cambian las cosas y cómo, pero sí el encargo de poner de acuerdo a todas las delegaciones implicadas para que se actúe. "Y ahora vamos a recuperar el cielo de Sevilla, que no se ve por exceso de luminosidad. Se quitarán las farolas sobrantes y todas apuntarán exclusivamente hacia el suelo."

  • 1