La Presidencia española de la Unión Europea del primer semestre de 2010 se centrará sobre todo en el afianzamiento del liderazgo europeo frente al cambio climático y el desafío energético, en el fomento de la innovación tecnológica y de las políticas de igualdad de género.
Asimismo, trabajará en el impulso hacia la convivencia y en el debate sobre las conclusiones del informe de Grupo de Reflexión sobre el futuro de Europa presidido por Felipe González, según informó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
El Consejo de Ministros recibió ayer el informe del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sobre las líneas generales de la Presidencia. "Constituye sin duda una magnífica ocasión para reforzar e impulsar la realidad de la Unión", declaró la vicepresidenta.
La coyuntura. En esta ocasión, añadió, "confluyen tres nuevas circunstancias": el paso de una Unión de 15 Estados miembros a otra de 27, la existencia de "un renovado Parlamento, recién elegido y con poderes muy reforzados y una nueva Comisión", y la puesta en marcha de "un nuevo marco institucional con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa".
El Gobierno lleva ya meses volcado con los trabajos preparatorios de la futura Presidencia, incluyendo contactos con Bélgica y Hungría, los dos países que ostentarán la Presidencia europea justo antes y después España.
