La comunidad inter-nacional aumentó ayer la presión sobre el presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, para que acepte la propuesta de Costa Rica encaminada a resolver la crisis política, en medio de advertencias sobre el riesgo de una confrontación en ese país.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, llamó a Micheletti para advertirle de "las posibles consecuencias de unas negociaciones fallidas". El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, informó ayer de que Clinton dejó claro a Micheletti la necesidad de que se restaure el orden constitucional con una solución pacífica y apoyó la mediación del mandatario costarricense, Óscar Arias.
La conversación, que Crowley calificó como "muy dura", es la de más alto nivel que ha mantenido la Administración del presidente Barack Obama con Micheletti, a quien no reconoce como jefe de Estado legítimo.
Micheletti rechazó el plan presentado por Arias para solucionar el conflicto, que prevé el adelantamiento de las elecciones a octubre y la formación de un Gobierno de unidad nacional hasta 2010, una propuesta que sí fue aceptada por Manuel Zelaya, expulsado por los militares el 28 de junio.
Expulsión. Por su parte, la UE endureció ayer su postura ante la crisis hondureña al anunciar que estudia medidas de presión adicionales a las actuales restricciones diplomáticas y de colaboración con el gobierno de facto, al tiempo que reforzó el apoyo a la mediación de Óscar Arias.
Mientras, el Gobierno de Micheletti, le dio ayer un plazo de 72 horas a la misión diplomática de Venezuela en Tegucigalpa para dejar el país.
