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La presión social obliga a "matizar" el plan de jubilaciones del Gobierno

Un cambiante discurso del PP habla de «recorte» de derechos de los trabajadores

el 01 feb 2010 / 21:43 h.

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Salgado y la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ayer.

Tan sólo tres días después de que el Gobierno central presentase su iniciativa para reformar las pensiones, a la que se oponen los sindicatos y gran parte de los partidos políticos, la ministra de Economía, Elena Salgado, señaló ayer que esa propuesta está abierta y, por tanto, el objetivo es alcanzar el mayor consenso posible. Y esto en un evidente deterioro de las relaciones con los sindicatos.

Salgado, en una entrevista en TVE, preció que la propuesta para retrasar, a partir de 2013, la edad de jubilación a los 67 años puede ser "matizada" en la comisión no permanente del Pacto de Toledo y que el Ejecutivo está dispuesto a llegar a un acuerdo.

Calificó la reforma de "ejercicio de responsabilidad", al tiempo que recordó que fue el Parlamento el que instó al Ejecutivo a presentar una propuesta para un sistema de pensiones público que, explicó, podría empezar a dar problemas a partir del año 2025 debido a cambios demográficos de la sociedad española, que podrían conducir a la Seguridad Social a incurrir en déficit.

Elena Salgado aseguró que, a pesar de la reforma, el Ejecutivo quiere que las pensiones sigan subiendo como lo han hecho hasta ahora con los gobiernos socialistas, si bien señaló que, para seguir con la tónica, todo el sistema debe gozar de buena salud.

En este sentido, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, comentó que el retraso para la edad de jubilación "no tendría sentido como medida inmediata, cuando el mercado está destruyendo puestos de trabajo" y que entraría en vigor dentro de tres o cuatro años.

Corbacho abogó por "flexibilizar" la jubilación, de modo que a partir de determinada edad un trabajador pueda dedicar únicamente una parte de su jornada a "aportar su experiencia y conocimiento a la empresa".

Pero estas declaraciones de intenciones no convencieron ni los sindicatos ni a gran parte de los partidos de la oposición, con un PP, además, que ha cambiado su discurso al respecto y ahora sí critica la prevista ampliación de la vida laboral. El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, criticó el "giro de 180 grados" del PP sobre esta cuestión con tal de "decir lo contrario" que el Ejecutivo, pues los populares "siempre" postularon ese retraso en la edad de jubilarse.

De hecho, el Partido Popular cree que no cabe demorar ese retiro si esta decisión no va acompañada de una reforma laboral ya que, con el 45% de los jóvenes en paro, "no se pueden tomar medidas que expulsen a los jóvenes del mercado de trabajo y no poner remedio para que también se puedan incorporar", dijo la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.

"Se puede hablar", dijo, de una ampliación "voluntaria" e incentivada para la edad de jubilación, siempre que se realice en el marco del Pacto de Toledo y vaya acompañada de otras reformas, como la del mercado laboral. Pero algunos de sus compañeros de partido fueron mucho más allá. Así, Javier Arenas, su vicesecretario de Política Autonómica y presidente de los populares andaluces, dijo que la propuesta del Gobierno era un "recorte social extraordinario" y una auténtica "barbaridad". Se ha tardado mucho tiempo, apostilló, "despilfarrando y, cuando se ha agotado ya la despensa, no se puede recurrir a un recorte de las prestaciones sociales".

IU secundaría una huelga general para corregir la política económica 

El coordinador general de IU, Cayo Lara, dijo ayer no ver motivos para elevar la edad de jubilación, por lo que pidió reunirse con los sindicatos y, si éstos deciden convocar una huelga general, la apoyará para hacer al Gobierno "corregir" esa idea "neoliberal" y su política económica.

La propuesta del Ejecutivo ha "escandalizado" a "la inmensa mayoría" de la ciudadanía, señaló. Sin embargo, parte de la sociedad, agregó, teme esa huelga por si ésta hace caer al Gobierno y facilita la llegada a la Moncloa del PP, que "podría aplicar políticas más duras" contra el trabajador.

IU, por eso, quiere dejar claro a los sindicatos que una huelga debe plantearse como medida para "hacer corregir" al Gobierno su política económica "escorada a la derecha". En su opinión, la propuesta del Gobierno de Zapatero es "un torpedo contra los derechos sociales de los trabajadores". 

Toxo y Méndez advierten de que habrá una contudente «respuesta» 

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, confió ayer en poder "convencer al grueso" de las formaciones políticas para que la ampliación de la edad de jubilación "no se abra paso" en el Parlamento, pero precisó que, si no fuera así, su sindicato "dará cumplida respuesta" en el caso de que se consumara "un retroceso serio" en el sistema de protección social.

Toxo no anticipó qué tipo de respuesta dará CCOO si esa medida sale adelante, e indicó que ésta será fruto de una reflexión "serena" en el seno del sindicato y que dependerá también "de la actitud de otros".

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, consideró ayer que el Gobierno no logrará el consenso político necesario para su propuesta y auguró que si finalmente la saca adelante mediante un acuerdo minoritario, "tendríamos problemas", aunque eludió pronunciarse sobre una posible huelga.

 

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