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La pretendienta de Oscar

Penélope Cruz, ganadora de dos Goyas está ahora por segunda vez nominada al Oscar. La actriz está a sólo un paso de convertirse en la primera española en ganar un Oscar.

el 25 sep 2009 / 08:57 h.

Penélope Cruz
La joven a la que, a finales de los 80, vimos a lomos de un caballo en el vídeo de La fuerza del destino de Mecano empezaba sin saberlo un camino sin retorno hacia el estrellato. Además de iniciar una relación que duraría varios años con uno de los miembros del grupo, Nacho Cano, esa adolescente comenzó una singladura que esta misma noche puede darle su tercer Goya y, en tres semanas, un Oscar, el galardón con el que ha coqueteado en varios momentos de su carrera.

Penélope Cruz Sánchez pasó de sus clases de ballet y de interpretación a ser una de las primeras presentadoras de una balbuceante Telecinco allá por 1990. Su desparpajo y sus ganas de triunfar fueron venciendo poco a poco a su falta de experiencia ante las cámaras en aquel infame programa juvenil llamado La quinta marcha. El salto al cine estabamás que cantado. Desde jovencita, Pe,comola llaman sus amigos, tuvo claro que quería ser actriz y trabajar con Pedro Almodóvar. Y no sólo lo consiguió, sino que se ha convertido en su musa y él, en el genio que le ha dado algunos de sus mejores papeles.

La de Penélope Cruz es una carrera forjada a base de esfuerzo y suerte, más incluso que talento, algo que ha ido perfeccionando y curtiendo con el tiempo hasta convertirse en una intérprete de primera fila. Su físico, tan encantador como sensual, hizo que encandilara a media España en Jamón, jamón (1992), de Bigas Luna, donde coincidió con su actual pareja, Javier Bardem. No fue su debut en el cine, pero sí una entrada por la puerta grande, ya que recibió su primera nominación a un Goya como Mejor actriz. Muy poco después le llegó uno de los papeles con los que logró más repercusión: el de la ingenua Luz en Belle Epoque, el filme de Fernando Trueba que en 1993 ganó el Oscar a laMejor película en habla no inglesa, el segundo en la historia del cine español, y el primero del
currículo de Penélope Cruz.

En los años siguientes, Pe trabajó con los principales directores españoles: Fernando Colomo, Gerardo Vera, Manuel Gómez Pereira o Alejandro Amenábar, hasta que por fin su sueño se hizo realidad. Ella misma cuenta que estaba en la ducha cuando recibió la llamada de Almodóvar y creyó que era una broma. Pero no lo era. El director manchego le ofrecía un papel en Carne trémula. Comenzaba así una fructífera carrera entre musa y genio que les daría a ambos muchas alegrías.

Tras ganar su primer Goya, de nuevode lamanodeTrueba, enLa niña de tus ojos, la madrileña, de aspecto sexy y a la vez delicado y con un glamour incipiente, dio el salto a la Meca del cine. No tuvo mucha suerte en la elección de sus primeros papeles, sin embargo, se codeó con fulgurantes estrellas del celuloide como Woody Harrelson y Patricia Arquette, enHi-Lo country, oMattDamon, enTodos los caballos bellos. Era una época, finales de los 90, en la que el rostro de Pe era casi constante en las revistas y en los programas de televisión de EEUU, y no sólo por los supuestos romances que mantuvo con algunos de sus compañeros. Allí empezaron a llamarla the spanish enchantress ("la encantadora española"). A partir del año 2000, Penélope se convirtió en una habitual en la entrega de los Oscar, de hecho fue ella junto a Antonio Banderas la que le entregó la dorada estatuilla a Pedro Almodóvar porTodo sobre mi madre, en laque ella también aparecía y que supuso su incorporación definitiva al star system hollywoodiense (Inolvidable aquel "Pedrooooooo"). Después todo vino rodado: La mandolina del capitán Corelli, con Nicolas Cage, Blow, con Johnny Depp, o el remake de Abre los ojos (allí llamado Vanilla sky), producido y protagonizado por Tom Cruise, con el que inició una relación que duró tres años. Este noviazgo (montaje publicitario para muchos) la hizo inmensamente popular, como el que luego mantuvo
conMatthewMcConaughey, su compañero en Sahara. Quizás haya sido éste uno de los principales hándicaps en su carrera.
Su vida sentimental tal camufló su progresiva superación como actriz, algo que se puso de manifiesto en la italiana No te muevas, con la que ganó el premio de la Academia del Cine Europeo y el Donatello (el Goya italiano) como Mejor actriz. Pero lo mejor estaba por llegar. Penélope Cruz se reencontró con Almodovar para crear el personaje de Raimunda, la protagonista de Volver, una película redonda en la que nos hizo creer que era una de aquellas mammas del cine italiano de los 50, con la exhuberancia de Gina Lollobrigida, la belleza sutil de Audrey Hepburn y la voz de Estrella Morente. El resultado, otro Goya, un premio del Festival de Cannes comoMejor actriz ex aequo con sus compañeras de reparto, nominaciones a los Globos de Oro y los Bafta y, por fin, una nominación al Oscar. Fue la primera candidatura para una actriz española en la historia del cine y una de las pocas veces que se ha nominado a un intérprete por un papel en una película extranjera. El prestigio (y el caché) de Pe subió como la espuma hasta el punto de que Woody Allen la eligió para participar en su particular aventura española, Vicky Cristina Barcelona. Su interpretación de la desquiciada María Elena es lomejor de la película, en la que se come con patatas a la mismísima Scarlett Johansson y a su novio, Javier Bardem, y que le ha valido su segunda nominación al Oscar. Esta vez, Penélope parte como favorita a alzarse con el premio (la primera vez estaba claro que el Oscar era para Hellen Mirren por The Queen). Pero su principal rival, Kate Winslet, que le arrebató el Globo de Oro, no compite esta vez con ella en la categoría deMejor actriz de reparto. A la espera de lo que pase el próximo 22 de febrero en el Teatro Kodak de Los Ángeles (donde, en caso de ganar, el Oscar se lo entregaría el mismísimo Javier Bardem), Penélope Cruz tiene una cita esta noche con elGoya. Pero el máximo galardón del cine español ya lo tiene la actriz más que conquistado y, con toda seguridad, dormirá esta noche en su casa. Al que tiene que ‘camelarse' Penélope es a ese tal Oscar, esa figura dorada ansiada por tantos que esta vez no podrá resistirse al encanto de la española.

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