Deportes

La primera copa le sale al Betis demasiado cara

el 01 sep 2010 / 21:17 h.

Los jugadores béticos festejando uno de los goles.

 
El Betis supo rehacerse a tiempo de las desgracias sufridas en la primera parte –lesión de Jorge Molina, cantada de Razak– y remontó con ráfagas de buen fútbol y dos golazos (espectacular el de Beñat) una eliminatoria copera que se le había puesto muy cuesta arriba en los compases finales del primer periodo, cuando la UD Salamanca cobró ventaja tras un fallo clamoroso del debutante portero bético.

La primera parte no dejó más que malas noticias, pues a la media hora de juego se lesionaba tras un violento choque Jorge Molina, el único ariete nato del plantel, que tuvo que retirarse a los vestuartios con evidentes síntomas de dolor en su rodilla derecha y puede sufrir una lesión importante (esguince de ligamento es la primera impresión). La baja de Molina puede ser un auténtico drama para Pepe Mel, que no cuenta con más delanteros centros en esta plantilla tan corta que entre Oliver, León y compañía le han confeccionado. Para colmo, minutos después de la lesión de Molina, el guardameta ghanés Razak falló de forma estrepitosa al no atajar un centro lateral de  Quique López y permitía a Perico anotar a placer el 0-1 que dejaba al Betis momentáneamente fuera de la Copa.

Las buenas sensaciones que había dejado el equipo en su presentación liguera ante el Granada, con buen fútbol y goles de todos los nuevos, quedaron borradas de un plumazo al descanso del envite copero, cuando muchos aficionados, viendo el 0-1 del marcador, recordarían lo que ocurrió el curso pasado, cuando el Betis de Tapia arrancó con un esperanzador 3-0 ante el Córdoba al que puso sordina el KO copero aquí en Heliópolis, y ante el mismo rival, sólo unos días después. El final de aquella historia ya lo conocen ustedes. Y el de ésta no ha hecho más que empezar..., pero no parece ir por los mismos derroteros.

Pepe Mel supo apelar a la vergüenza torera de los suyos y, aunque la Copa sea realmente un marrón para un plantel tan corto como el suyo, que no tiene otro objetivo que el ascenso, había que tratar de complacer a los cerca de 20.000 aficionados que se dieron cita al final de la Palmera, que en la segunda parte vieron cómo sus jugadores le metían otro ritmo al partido y con muchas ganas de agradar y buenos movimientos pronto empezaron a desarbolar al conjunto salmantino.

Todo empezó a ponerse de cara muy pronto, pues a los cuatro minutos de la reanudación marcaba Beñat un gol de bandera con un obús desde 30 metros que dobló las manos del meta charro Bernabé. Emana, al que Mel dio los galones de capitán, empezó a entrar más en juego y la movilidad de Juanma y los zarpazos de Iriney –que hasta en tres ocasiones estuvo a punto de marcar– crearon muchos problemas a la zaga rival, a la que acabó por romper Fernando Vega con una internada vertical y un centro con rosca, a lo Jarni, que Rubén Castro transformó en gol en el primer palo: 2-1 y adelante en la Copa. Todo un marrón, sí señor.

  • 1