De las 54.885 viviendas que se podrán construir en los próximos 12 años en el marco del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), el 80%, exactamente 43.500, serán en la primera corona.
Por contra, en la segunda corona se autorizan las restantes 11.385, es decir el 20%. Son sólo las viviendas previstas en las áreas de oportunidad, es decir, aquellos desarrollos considerados de carácter supramunicipal y que no computan en los límites que el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) pone para los PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), que no pueden prever incrementos de población superiores al 30% y de suelo urbanizado de más de 40% en ocho años, salvo en el caso de municipios menores de 10.000 habitantes. En este sentido, al margen del Potaus, cada municipio podrá hacer las viviendas que consiga incluir en su PGOU.
Este mayor peso de las áreas de oportunidad residenciales en la primera corona contrasta con la idea de la Junta de Andalucía de potenciar con el documento la segunda corona, con la idea de impulsar un territorio que no sufre la saturación de la periferia más cercana a Sevilla. En todo caso, son también los de la primera corona los municipios con más demanda de VPO, y las áreas de oportunidad tienen como condición que entre el 60% y el 70% de sus inmuebles deben ser viviendas protegidas.
No obstante, la comarca más perjudicada por el urbanismo salvaje de los últimos años, el Aljarafe, donde viven ya unas 350.000 personas entre sus 31 municipios, verá frenado con el Potaus este ritmo. De hecho, en total se le conceden 9.735 viviendas en 12 áreas de oportunidad. Son menos incluso que las que suma sola Dos Hermanas, 12.000 en total, e incluso Alcalá de Guadaíra, con una previsión de 10.500 y con el mayor número de áreas de oportunidad de los dos tipos de la aglomeración urbana: seis. De hecho, aunque Sevilla tiene siete, dos de ellas son compartidas con Dos Hermanas (el futuro barrio de Cortijo de cuarto) y La Rinconada (parque logístico de Majaravique). En suelo productivo, en cambio, el Aljarafe es un privilegiado con el Potaus: sumará 1.972,4 hectáreas, el 36% del total previsto en la aglomeración urbana.
De hecho, el peso de las áreas de oportunidad productivas, que ocupan un total de 5.334,6 hectáreas está mucho más repartido. La primera corona se lleva 3.262,1 hectáreas, algo más del 60%, mientras que la segunda se queda con 2.072,5, poco menos del 40% del pastel. O lo que es igual, habrá 21 áreas de oportunidad productivas en la segunda corona frente a las 26 que suman Sevilla y la primera corona.
