Fue una de las primeras mujeres que se enfundó el antifaz cuando aún era impensable hablar de nazarenas. La primera mujer en dar el Pregón de la Esperanza. La primera en exaltar las Glorias de María en la Catedral. De las primeras en acceder a un cargo en la junta del Consejo de Cofradías y la primera en dar hoy el Pregón de la Semana Santa de Barcelona. Pero aún hay más. Maruja Vilches se convertirá el próximo Martes Santo en la primera fémina que empuñe la vara dorada de una cofradía sevillana. Será al frente de su hermandad, Los Javieres, aquella misma en la que hace más de 20 años vistió por primera vez (de tapadillo) la túnica de ruan.
"No me gusta ponerme medallas ni méritos. Pero qué le vamos a hacer, me ha tocado abrir muchas vedas", reconoce humildemente Maruja Vilches, que de un tiempo acá está ejerciendo de hermana mayor "en funciones" de Los Javieres después de que Jesús Gutiérrez haya tenido que retirarse temporalmente por causas de salud. "Si Dios quiere, sí saldré con la vara dorada el Martes Santo". Un cargo que asume "con honestidad" y con un ferviente propósito: "No cometer muchos fallos".
Esta Mariana Pineda de las cofradías sevillanas es consciente del tiempo que le ha tocado vivir: "Me siento muy contenta, satisfecha y agradecida con todo lo que ha sucedido en relación a la plena incorporación de la mujer al mundo de las hermandades y cofradías", asegura mientras pone los pies en la tierra al valorar su papel histórico al asumir por este año la presidencia de una hermandad de penitencia:"¿Qué cómo lo vivo? No sé, intento llevar una línea de servicio para mi hermandad", confiesa.
Ella insiste en que las nazarenas en Sevilla son "una realidad patente", más aún tras el reciente decreto de Asenjo: "Siempre he defendido que las hermandades, tarde o temprano, iban a adaptarse a las normas diocesanas. Lo del arzobispo de este año es una respuesta a la petición de algunos hermanos mayores que no tenían tiempo para reformar las reglas".
Esta consejera de Sacramentales y principal impulsora del proyecto Fraternitas, centrado en los colectivos más desfavorecidos del Polígono Sur, sigue rompiendo moldes dentro y fuera de Sevilla. Fiel a su línea precursora de abanderar la igualdad de género en el mundo de las cofradías, Maruja pronuncia esta tarde el Pregón de la Semana Santa de Barcelona. Una vez más hará historia al convertirse en la primera sevillana que accede al atril de la ciudad condal.
Desde que recibió el encargo no lo dudó. Bicheó vídeos en youtube, se documentó en libros y hasta ha googleado bastante para empaparse de la Semana Santa catalana: "Estoy contentísima. Yo fui la primera sorprendida con el nombramiento. El consejo de allí me llamó y, la verdad, no sabía de dónde venía la información. ¿Te lo puedes creer? Me habían visto por internet", explica abrumada por la universalidad de la red.
Maruja asegura que sólo conocía la existencia de una hermandad catalana, la del Gran Poder y la Macarena, "ambas devociones unidas en una misma cofradía y cuyos nazarenos reproducen las mismas túnicas que las de Sevilla: ruan para los tramos del Señor y antifaz de terciopelo verde con capa de merino para el palio de la Esperanza". Pero ahora se ha hecho toda una entendida: "Tiene muchas reminiscencias andaluzas. Tantas, que hay una hermandad en Hospitalet que compró aquí sus imágenes y realizó un paso igual a los de Sevilla". Pero hay más guiños: "El Cautivo de Barcelona sale con costaleros, que lo llevan... como Triana, con sus pasitos atrás".
Esta tarde, a las 17.00 horas, la marcha Caridad del Guadalquivir anunciará su debú en la iglesia de San Agustín. Maruja escribirá entonces un capítulo más en la historia de la Semana Santa. Y hoy, al igual que en los 80, lo hará con su cofradía, pues en el pregón de la diócesis de Barcelona sonará también la marcha Gracia y Amparo.