J. G. P.
Sin pretenderlo, el Domingo de Ramos será el objetivo de las cámaras. Esther Ortego, consejera de Glorias, será la primera mujer en la historia de las cofradías en copresidir el palquillo de la Campana el próximo Domingo de Ramos, una imagen que a buen seguro compartirá protagonismo al día siguiente en los papeles con la petición de la venia del niño de La Borriquita.
En el cuadrante de servicios para la Semana Santa asigando a los 22 integrantes del Consejo de Cofradías, a Esther -una de las tres mujeres del equipo de Arenas que han hecho historia al convertirse en las primeras féminas en formar parte de la institución- le ha correspondido el "lujazo" de ejercer el próximo Domingo de Ramos en el patibulum de ayudante del delegado de día, Francisco Vélez. "Me hace mucha ilusión. El primer año es cuando hay que hacer todas estas cosas. Me gusta tanto la Semana Santa que me da igual ver las cofradías donde sea".
Hermana de los Panaderos, los Negritos y el Rosario de los Humeros, Esther se siente toda una afortunada con el servicio que le han asignado el Domingo de Ramos, un día que se imagina "con mucho sol -por Dios- y con muchos nervios. Es un estreno de cargo, también de la junta superior y espero estar a la altura de las circunstancias", dice.
Su cuadrante de servicios para la Semana Santa se completa el Martes y Viernes Santos en la Puerta de los Palos y el Sábado en la Puerta de San Miguel, servicios más sacrificados y de menor lustre que el de la Campana. "A los cofrades lo que nos gusta es ver pasos. Pero dentro de los servicios a cubrir, el de la Campana es el top ten y hacerlo además un Domingo de Ramos es algo fastuoso".
Lógicamente, y como manda la tradición, Esther, casada con otro gran cofrade, José Luis, y con dos hijos, estrenará vestuario para ese gran día, aunque promete suma discreción. "Iré acorde al momento, pero no seré el centro de las miradas de nadie".