Las dos frases publicitarias que acompañan al (genial) tráiler no alojan lugar a dudas acerca de cúal es la cinta más esperada del año. Con El final de una saga universal y El acontecimiento cinematográfico de toda una generación, la Warner deja tremendamente claro que ha echado el resto a la hora de llevar a la gran pantalla la última de las novelas de J.K.Rowling sobre las aventuras de Harry, Hermione, Ron, Hagrid, Snape y el oscuro Lord Voldemort. Nueve años han pasado ya desde que Harry Potter se asomara por primera vez a las pantallas de medio mundo.
Desde entonces, seis han sido las películas y casi cinco mil millones de dólares la gargantuesca cifra que la saga ha conseguido recaudar en las taquillas del planeta (y eso sin contar los millonarios ingresos por ventas de DVD, Blu-rays y merchandasing, que probablemente superen con creces lo que la cinta ha podido recuperar en los cines).Pero como todo debe terminar, ha llegado la hora de que comience el fin, una última entrega largamente esperada por los fans que, dirigida de nuevo por Peter Yates (recordemos que por la saga se han paseado los nombres de Chris Columbus, que firmó las dos primeras entregas; Alfonso Cuarón, responsable de la mejor parte de la saga, El prisionero de Azkaban; y el criticado Mike Newell, que tendría en sus manos la completa tarea de llevar a cabo la difícil traslación de El cáliz de fuego), dejará a los seguidores comiéndose las uñas cuando las luces de la sala se enciendan al final de la proyección, ya que, viendo el rentabilísimo negocio que se les presentaba en bandeja, los responsables del filme han decidido no dejar pasar la oportunidad y han partido en dos este Harry Potter VII para así poder llevar a la gran pantalla toda la fuerza del último gran libro de Rowling (o ésa es la excusa que han puesto, puesto que está clarísimo que toda esta artimaña va destinada a exprimir un poquito más la taquilla), estrenándose el capítulo final en junio del año próximo en 3D.
Así las cosas, y hasta que esos largos siete meses toquen a su fin, esta primera entrega de Las reliquias de la muerte comienza donde acababa El príncipe mestizo, con Harry, Ron y Hermione dispuestos a emprender la peligrosa misión que Dumbledore les dejaba encomendada antes de morir, la de localizar y destruir el secreto de la inmortalidad y de la capacidad de destrucción de Voldemort, los Horcruxes. Solos, sin la ayuda de sus profesores ni la protección de su añorado mentor, los tres amigos deben confiar los unos en los otros más que nunca.
Sin embargo, entre ellos se interponen fuerzas oscuras que amenazan con separarlos, por más que la amistad y el amor los hayan mantenido juntos hasta ahora.Mientras tanto, el mundo de la magia se ha convertido en un lugar peligroso para los enemigos del Señor Oscuro. La tan temida guerra ha comenzado y los mortífagos (los peligrosos y fanáticos seguidores de Voldemort) han tomado el control del Ministerio de Magia e incluso de Hogwarts, donde aterrorizan y arrestan a cualquiera que se oponga a ellos. Sin embargo, el trofeo que buscan es el más valioso para Voldemort: Harry Potter. El Elegido se ha convertido en el perseguido y los mortífagos buscan a Harry con órdenes precisas de llevarlo ante Voldemort... vivo.
La única esperanza de Harry es encontrar los Horcruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él.Mientras busca pistas, destapa una vieja y casi olvidada historia: la leyenda de las reliquias de la muerte. Y si ésta resultara ser cierta, podría dar a Voldemort el poder definitivo que él ansía.Poco puede imaginar Harry que su futuro ya fue decidido por su pasado cuando, aquel fatídico día en el que Voldemort intentó acabar con su vida siendo un bebé, Harry se convirtió en "el niño que vivió". Ahora que ya no es sólo un niño. El joven mago se acerca cada vez más a la tarea para la que se ha estado preparando desde el día en que pisó Hogwarts por primera vez: la batalla final contra el temido Voldemort.
