Los espacios protegidos en España carecen de protocolos de diagnóstico y seguimiento. Así lo afirmó ayer en la UNIA el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Mario Díaz, quien apuntó que la falta de políticas comprometidas con el medio ambiente a largo plazo dificulta y obstaculiza el trabajo de los científicos.
El experto, que estuvo acompañado por la directora del curso La conservación de las especies y los espacios: el papel de la investigación científica, Eulalia Moreno y la experta en interacción entre animales y plantas Anna Traveset, aseguró que los espacios protegidos, ya sean parques nacionales o naturales, funcionan "a golpe de moda y urgencia". De esta forma, el investigador apuntó que se destinan todos los recursos de los que se dispone a estudiar las variaciones climáticas y elaborar censos de especies en peligro de extinción.
"Lo que se hace actualmente no puede considerarse un protocolo de seguimiento porque para hacer un buen diagnóstico medioambiental haría falta más colaboración por parte de los gobernantes y poner en marcha proyectos a largo plazo".
"Lo ideal para conservar un espacio natural es precisamente no intervenir en él, antes de actuar hay que estar seguro lo que aparentemente sea una solución no haga aún más daño", dijo el investigador del CSIC.
De esta forma, Díaz se posicionó en contra de la reforestación como medio para paliar la desaparición de los bosque, ya que según el experto "plantar especies nuevas en zonas arrasadas no hará que aparezca un nuevo bosque, sino que se estará empobreciendo esa tierra como si fuera un campo de trigo, siempre dependiente de la mano del hombre".
Con respecto a estas actuaciones ambientales precipitadas la experta Anna Traveset denunció la falta de medidas de control que protejan y eviten la introducción de plantas y especies en hábitats diferentes a los nativos.
"En las islas Baleares cualquier persona puede entrar o sacar todo tipo de plantas e incluso especies protegidas, esta es una de las principales causas de las alteraciones que luego se observan en muchas zonas de España", dijo Traveset.
Para que la introducción descontrolada de especies deje de ser un problema, la investigadora argumentó que debería haber políticas internacionales que regulen este tema, más control marítimo y aéreo y más inversiones por parte del Gobierno para potenciar las investigaciones científicas que podrán desvelar cuales son las consecuencias exactas de la introducción de especies foráneas en ciertos hábitats.
La directora del curso, Eulalia Moreno hizo un llamamiento desde la UNIA a la comunidad científica, técnica y al Gobierno para que colaboren más estrechamente por conseguir llevar a cabo proyectos de investigación que de verdad puedan aportar soluciones viables a los principales problemas ambientales.
"Usamos fondos públicos para investigar por lo que tenemos una deuda con la sociedad que consiste en la obligación de divulgar lo que averiguamos". "Desde los medios de comunicación hay que concienciar a los políticos de que un problema natural no puede ir supeditado a las prisas electorales, es mejor avanzar lentos pero bien", argumentó Moreno.
