Sevilla será la segunda provincia de España que más crezca en población en la próxima década, estará cerca de sobrepasar la barrera de los dos millones de habitantes y, además, recuperará la condición de cuarta provincia en población que le arrebató hace cuatro años Alicante. Ésas son las previsiones que maneja el Instituto Nacional de Estadística, que ha hecho una proyección demográfica hasta 2021 en la que Sevilla es de las pocas provincias que sale bien parada, dado el desplome poblacional generalizado que se prevé en el resto de España.
De hecho, sólo un tercio de las provincias del país crecerá en número de habitantes. Entre ellas se encuentra Sevilla, que contará con 89.387 personas más que lo que refleja los últimos datos del padrón. Sólo Málaga registra datos mejores. La base de este previsible aumento de población sevillana está, como en años anteriores, en la natalidad. Según la estimación hecha por el INE, Sevilla será la cuarta provincia con más nacimientos en términos globales de la década, sólo por detrás Madrid, Barcelona y Valencia, provincias que, en el caso madrileño, hasta triplica en población a Sevilla.
La razón de ser, por tanto, es el espíritu joven que mantiene la provincia, que aún no viene lastrado por el proceso de envejecimiento que se está produciendo en el resto del país. Es más, el 79% del incremento de población estimado se asocia al crecimiento vegetativo -es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones-, mientras que el resto corresponde a las migraciones, aspecto que nunca ha sido uno de los puntos fuertes de la provincia, que se diferencia así de otros destinos que están vistos con mejores ojos por los inmigrantes, como son Madrid o Barcelona.
cuarta provincia. Esta circunstancia aupará a la provincia como la cuarta más poblada del país, superando a Alicante, que le arrebató este lugar de privilegio en el padrón de 2007. Ese adelantamiento se producirá, según la proyección del INE, dentro de año y medio, es decir, en 2013.
Aunque es una fuente fiable y de confianza, la proyección del INE no deja de ser una simulación estadística del tamaño y estructura demográfica de la población, que se cumpliría en caso de mantenerse las tendencias y los comportamientos demográficos actualmente observados.
